Delia tiene 47 años y hace dos años le diagnosticaron cáncer de mama. Tras la operación recibió radioterapia y actualmente continúa con un tratamiento hormonal. Maria José también pasó por un proceso de cáncer de mama hace 13 años y su vida «cambio para bien porque hice un reseteo para vivir de otra manera». Ahora trabaja en una asociación ayudando y apoyando a aquellas mujeres que han pasado o están pasando por esta enfermedad.
Dos historias de las casi 20 que se esconden en el Club de Remo de Torremolinos, donde desde el mes de febrero estas mujeres salen al mar embarcadas en una llaut para remar juntas frente a todo pronóstico.
Esta iniciativa surgió con el comienzo del movimiento BCS en el que -a raíz de varios estudios- se conocen los beneficios que aporta el movimiento repetitivo que se realiza en el remo a la recuperación de la superación del cáncer de mama, sobre todo a la prevención del lincedema. El Club de Remo de Torremolinos, según nos cuenta Vanesa Laborda, vicepresidenta del club, “fue uno de los impulsores de este movimiento”, pero no ha sido hasta este pasado mes de febrero cuando “decidimos empezar”.
Desde entonces, cada viernes alrededor de 10 mujeres se embarcan en esta aventura. Una aventura que no solamente les ayuda a nivel físico, sino que también es beneficioso a nivel psicológico, ya que “después de todas las secuelas que tenemos, esto nos ayuda. Crear un equipo y rodearnos de personas que han pasado por lo mismo que tú siempre es más fácil para poder superar el mal trago. Sin hablarnos entendemos lo que está pasando cada una y lo que hacemos es unificarnos en el remo y continuar remando”, confiesa Delia.
A pesar de que esta actividad comenzó en el mes de febrero, muchas ya piensas en dar un salto a la competición: “La única competición en la que solamente participa BCS es la Liga Nacional y el próximo 15 y 16 de junio se celebra el Campeonato Nacional en el Club El Candado. Estamos animándonos a ver si sacamos una embarcación para que compitan pero sobre todo disfruten. El ambiente en la orilla es muy bueno porque ellas se cuentan sus experiencias, ven que hay gente que han pasado por el mismo camino y que de esto se puede salir”, comenta Vanesa.
Sin duda estas mujeres son un ejemplo para todas aquellas que se encuentran en una situación similar, ya que a través del deporte continúan encontrando ilusiones, además de la lección de vida que otorga esta actividad donde remar juntas siempre lleva a un destino. Es por ello que “animamos a todas las mujeres que vengan a probar. Que la vamos a ayudar en absolutamente todo. Da igual que lleves cinco días remando que la que entra nueva, se va a sentir como en casa”, concluyen Delia y María José.