Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Policía Nacional de Rumanía y Europol, han desarticulado una organización internacional que habría estafado más de 3 millones de euros mediante fraudes cometidos a través de Internet.
La Policía Nacional ha informado a través de un comunicado de la detención de nueve personas –tres de ellos en Málaga y seis en Rumanía– que publicaban en Internet anuncios falsos de venta de vehículos de segunda mano, y otros productos, con los que captaban la atención de las víctimas y les solicitaban un pago por adelantado. Una vez recibido, desaparecían sin dejar rastro.
Además, hay otras 21 personas investigadas y se han realizado ocho registros domiciliarios en los que se han intervenido piezas de joyería y relojes valorados en más de 2.000.000 de euros, 4.500 euros en efectivo, 2.800 libras, más de 20.000 euros en criptomonedas.
También se han intervenido ocho ordenadores, un servidor, 17 discos duros, 14 móviles, 70 tarjetas SIM, así como diferente documentación relacionada con la investigación. Igualmente se ha procedido al bloqueo de más de 120 cuentas bancarias de los investigados tanto en España y Rumanía.
A los detenidos se les imputan más de 70 estafas y ganancias de más de tres millones de euros, aunque se da por hecho que estos números pudieran ser muy superiores y se espera poder esclarecer muchos hechos más del estudio de todo el material intervenido en los registros domiciliarios realizados.
La investigación se inició a finales de 2019 tras una denuncia interpuesta en la Comisaría de la Policía Nacional en Manacor donde una víctima manifestaba haber sido estafada en la compra de un vehículo a través de Internet.
Los investigadores descubrieron que dicha estafa no era un delito aislado, detrás de la misma se encontraba una importante organización criminal internacional formada por más de 30 personas, en su mayoría de nacionalidad rumana. Los integrantes de este grupo tenían un ámbito de actuación internacional habiendo ocasionado víctimas en Polonia, Suiza, Portugal, Alemania y Grecia, además de en España.
El ‘modus operandi’ utilizado para cometer las estafas consistía en publicar en Internet falsos anuncios de venta de vehículos de segunda mano, u otros productos, con los que captaban la atención de las posibles víctimas y tras concretar un precio y realizar éstas los primeros pagos para la compra, la organización rompía el contacto quedándose con el dinero. Para ello incluso llegaban a utilizar anuncios verdaderos legítimos de otros usuarios, cambiando únicamente los datos de contacto.
USURPABAN IDENTIDADES A TRAVÉS DE INTERNET
Para recibir el dinero utilizaban cuentas bancarias españolas abiertas con documentación falsa o con identidades usurpadas que habían conseguido a través de Internet simulando necesitarla para formalizar contratos de trabajo con las víctimas.
Una vez recibido el dinero lo transferían rápidamente entre las cuentas controladas por la organización, para finalmente extraerla en cajeros en España o enviarlas a cuentas extranjeras. Asimismo se detectó la utilización de una empresa pantalla para el blanqueo de capitales, mediante la que conseguían introducir de nuevo el dinero obtenido de forma ilícita en el tráfico legal.
Es de destacar que la mayoría de los domicilios registrados en Rumanía se encontraban en la zona de Vacea, conocida precisamente porque muchos residentes de la misma se dedican a actividades delictivas relacionadas con los fraudes en Internet.