Granada acogió la 39ª gala de los Premios Goya del cine español, que tuvo representación malagueña merced al galardón recogido por Salva Reina. El actor logró alzarse como el mejor actor de reparto por su papel en ‘El 47’. «¿Esto qué p*llas es?», decía al aire entre risas al recoger el Goya.
Salva Reina se impuso a grandes interpretaciones en esa categoría: Enric Auquer (Casa en flames), Óscar de la Fuente (La casa), Luis Tosar (La infiltrada) y Antonio de la Torre (Los destellos), el otro malagueño nominado que vio desde su asiento orgulloso cómo su amigo lograba su primera ‘estatuilla’.
Cabe recordar que, con 15 nominaciones, De la Torre se convirtió en esta edición en el actor más nominado de estos premios. Reina, desde el escenario, se acordó de su madre, que cumplía años: «No sé si voy a estar aquí otra vez, así que voy a tardar un poco…».
«Ninguna persona es ilegal», zanjó el actor malagueño entre la polémica por la inmigración, justo después de mostrar su orgullo por haber participado en ‘El 47’, una película «que da voz a la gente valiente y poderosa que sufrió tanto», como son los migrantes andaluces que se trasladaron al barrio de Torre Baró.
La película de Marcel Barrena y ‘La infiltrada’, de Arantxa Echevarría, recibieron por primera vez en la historia un Goya ‘ex aequo’ a Mejor Película, en una gala en la que los ‘cabezones’ han estado muy repartidos, ya que hasta nueve películas diferentes han conseguido alguna ‘estatuilla’.