El Ayuntamiento de Málaga tomará medidas drásticas tras detectar el uso indebido de fuentes públicas y surtidores de agua potable cercanos a la playa a modo de ducha y lavapiés. Una práctica que, de acuerdo a las ordenanzas municipales, podría acarrear multas de hasta 750 euros.
El Consistorio ha pedido utilizar de forma responsable las 329 fuentes públicas de agua potable que hay distribuidas por la ciudad, recalcando que están destinadas únicamente para beber y «no para el aseo personal o para lavar objetos». Hay que recordar que tanto en la capital, como en el resto de la provincia de Málaga, los lavapiés y duchas de las playas están inoperativos dentro de las medidas de ahorro ante la situación de sequía, salvo en zonas habilitadas para personas con movilidad reducida.
Ante la imagen de algunos usuarios metiendo los pies en las fuentes, el Ayuntamiento ha cerrado temporalmente dos surtidores en la playa de la Malagueta, ubicados en el paseo marítimo Ciudad de Melilla y en el paseo Matías Prats. Además, se ha puesto en marcha un dispositivo de megafonía en las playas y se utilizarán las redes sociales municipales para informar y concienciar a la población sobre el uso adecuado de las fuentes.