Agentes de la Policía Nacional en Málaga han detectado en los últimos meses un repunte de denuncias realizadas por delitos de ‘sextorsión’. Varias operaciones de la Sección de Ciberdelincuencia de la Comisaria Provincial han llevado a detener a tres personas por su presunta implicación en esta actividad delictiva.
Los perjudicados describían que, tras iniciar contacto a través de las redes sociales con perfiles, supuestamente de mujeres reales, proseguían con un contacto más íntimo donde llegaban a intercambiar imágenes sexuales con las que después eran extorsionados.
Así lo han informado desde la Comisaría provincial en un comunicado, en el que han precisado que uno de los tres arrestados originalmente habría sido víctima de la trama, derivando su extorsión en la obligación de cobrar a otras víctimas a cambio de no publicar sus fotos íntimas.
La Policía Nacional ha señalado que este incremento de denuncias relacionadas con delitos de ‘sextorsión’ ha sido detectado por agentes de la Sección de Ciberdelincuencia, adscritos a la UDEV de la Comisaria Provincial de Málaga.
Según han incidido, los perjudicados coincidían en la descripción de un mismo modus operandi, donde un perfil presuntamente real de una mujer contactaba con ellos a través de redes sociales y, tras seducirlos y ganarse su confianza, comenzaban a realizar un intercambio de imágenes de carácter sexual e incluso videollamadas.
Una vez obtenido el material videográfico les solicitaban dinero a cambio de no difundir las grabaciones o capturas entre sus familiares y amigos.
La investigación policial verificó que los perfiles desde donde contactaban con las víctimas eran perfiles ‘gancho’, creados por grupos criminales a partir de la información e imágenes obtenidas de perfiles públicos, habitualmente, de mujeres reales.
Tras un primer contacto mediante conversaciones por aplicaciones de mensajería instantánea, el autor del engaño acaba intimando con su víctima consiguiendo, finalmente, obtener imágenes de contenido sexual.
Con las fotografías o videos comprometidos en poder de la organización, se inicia la extorsión, solicitando cantidades periódicas de dinero a cambio de no difundir el material entre sus familiares y amigos que, previamente, habían sido captados del propio perfil de la víctima.
Esta actuación policial permitió detectar a tres autores pertenecientes a grupos criminales quienes, finalmente, fueron arrestados por los delitos de extorsión, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal.
Según han explicado desde la Policía Nacional, estos grupos se caracterizan por ser transnacionales, donde cada miembro del grupo desempeña un papel concreto –crear los perfiles falsos, captar posibles víctimas, embaucarlas y conseguir las imágenes idóneas para el chantaje, así como encargarse del cobro de la extorsión–, lo que dificulta la persecución del delito.
Las agentes consiguieron localizar hasta 40 víctimas repartidas por la geografía nacional, no descartando la existencia de otras que hasta la fecha no han denunciado, bien por vergüenza o por sentimiento de culpabilidad.
En uno de los casos, uno de los arrestados originalmente habría sido víctima, derivando su extorsión en la obligación de cobrar a otras víctimas a cambio de no publicar sus fotos íntimas.
RIESGO DE LAS REDES
Los agentes especialistas en Ciberdelincuencia hacen hincapié en los peligros de las redes sociales y manifiestan al respecto que «los depredadores sexuales se valen del anonimato y de la facilidad para crear perfiles falsos a los que dotan de unas características concretas –jóvenes atractivas con ropa sugerente por ejemplo– para captar la atención de víctimas inmaduras».
Han recordado que estos hechos pueden desencadenar en otros más graves, pudiendo el autor extorsionar a los menores, solicitando más material a cambio de no difundir el obtenido previamente entre sus contactos o familiares.
Por eso, desde la Policía Nacional recomiendan no hacerse fotos comprometidas porque «pueden copiarlas, manipularlas y distribuirlas durante años por la red; no compartir fotografías o vídeos con desconocidos y tener «cuidado con los que son conocidos o amigos, pueden dejar de serlo».
Asimismo, señalan que en caso de menores avisar a los padres si alguien pide enviar este tipo de fotos o videos, «nunca aceptar un chantaje y denunciar cualquier situación de acoso». Además, advierten de que cuando se reciban imágenes comprometidas de otros, hay que avisar a un adulto y borrarlas, apuntando que «si en las imágenes sexuales aparecen menores, estás ante pornografía infantil y es un delito».