Un nuevo caso de agresión, en este caso verbal, ha vuelto a producirse en un centro sanitario malagueño. Un espacio donde, cada día que pasa, es más frecuente la utilización de la violencia por parte de los pacientes y sus familiares y amigos para justificar sus demandas a los médicos, a los que acuden para que los atiendan y curen, en lugar de ejercer la educación y el respeto, además de cumplir las normas establecidas.
Durante la tarde del pasado jueves, un hombre acude al servicio de urgencias del Hospital Regional de Málaga debido a una hemorragia en un brazo tras haber partido a puñetazos un cristal. El médico coordinador no demora la asistencia, pasándolo de inmediato a la sala de curas para detener el sangrado e iniciar una reconstrucción y un tratamiento inminente.
Ante las exigencias de un acompañante, también varón, de estar presente mientras atienden al usuario, se le indica que debe permanecer en la sala de espera, como está estipulado. La negativa no lo convence y profiere varias amenazas de muerte al facultativo.
Las voces emitidas por el acompañante en el pasillo alertan al paciente que está siendo atendido, quien se levanta en mitad de la cura para acompañar afuera al otro en sus improperios y amenazas.
Agentes de la Policía que se encontraban afortunadamente en el área de observación del centro hospitalario custodiando a una persona detenida por otras causas, procedieron a la detención de ambas personas tras terminar la asistencia médica, a pesar de nuevas amenazas y coacciones.
Posteriormente, en el exterior del hospital se encontraba un numeroso grupo de acompañantes que quiso impedir la detención de la Policía, que se vio obligada a pedir refuerzos.
Los detenidos han sido puestos a disposición judicial y el médico prestó declaración durante la mañana de ayer, a la espera de lo que decida la magistrada de guardia.
El Sindicato Médico de Málaga (SMM) muestra su repulsa por esta nueva agresión a un facultativo, la quinta que se produce esta semana en la ciudad, y se cuestiona qué tipo de suceso tiene que ocurrir contra un empleado de la sanidad pública andaluza para que las autoridades afronten esta insostenible situación de manera contundente y tomen las medidas que haya que adoptar. Además, exige a los responsables de la seguridad que analicen las posibles mejoras en esta materia y que de forma inmediata comiencen a aplicar sanciones administrativas rotundas, además de las judiciales.
Este sindicato ha convocado una concentración, en coordinación con la dirección del hospital, para denunciar los hechos y en apoyo de nuestro compañero, el próximo martes 22 de agosto, a las 11 horas, en la puerta de urgencias de este centro hospitalario.