Agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil han desarticulado un grupo criminal que, asentado en las provincias de Málaga y Alicante, robaban vehículos de media a alta gama a refugiados en España por la guerra en Ucrania, para su posterior falsificación y venta a compradores de cualquier país de Europa. Hay seis detenidos y cinco investigados, todos hombres.
Al parecer, cuando algunas de las víctimas trataban de pedir ayuda en redes sociales para localizar su coche robado, los autores contactaban con ellos y les pedían un rescate para devolverles su coche, según han indicado en un comunicado.
La operación conjunta entre la Policía Nacional y la Guardia Civil se inició a principios de 2023, tras detectarse un significativo aumento de robos de vehículos de gama media-alta en las provincias de Málaga, Alicante y Murcia.
Los agentes comprobaron que los autores robaban los vehículos por la noche, y que, tan pronto como se hacían con el turismo, huían desde el lugar de robo hasta la provincia de Málaga, antes de que el propietario pudiera percatarse de lo ocurrido y denunciara la sustracción. Los autores elegían autovías y autopistas principales para llegar a su destino lo antes posible.
Además, los investigadores averiguaron que este viaje lo hacían precedidos por un vehículo lanzadera, que les facilitaba no ser descubiertos por los agentes en caso de que durante el trayecto hubiese controles de policiales.
Por otro lado, esporádicamente, cuando las circunstancias no les permitían el traslado inmediato a Málaga del coche recién robado, lo «enfriaban» en localidades de paso entre Alicante y Málaga, dejándolos estacionados en urbanizaciones de residentes con alto poder adquisitivo, de manera que los vehículos pasaban inadvertidos.
Así, pasados unos días, procedían de forma similar a la habitual, por la noche, utilizando vías principales, y precedidos de una lanzadera.
Los agentes han localizado a 25 víctimas de robo de turismo cometidos en las localidades de Alicante capital, Calpe, El Pilar de la Horadada, El Verger, Guardamar del Segura, Torrevieja y Villajoyosa en la provincia de Alicante; en Marbella (Málaga); y en San Pedro del Pinatar en la Región de Murcia.
El valor total de estos vehículos robados asciende a un millón de euros, siendo el valor individual de entre 30.000 y 90.000 euros, según marca y modelo.