El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena a cuatro años de prisión impuesta por la Audiencia de Málaga a un hombre por favorecer la entrada en España de forma irregular de personas, sobre todo procedentes de Pakistan, con documentación falsa y bajo engaños, a cambio de dinero. Así, se rechaza el recurso de la defensa.
Según se declaró probado en la Sala de Málaga, y ahora confirma el TSJA, el acusado, junto con otros ya enjuiciados y condenados, se pusieron de acuerdo para facilitar la llegada de ciudadanos pakistaníes, a cambio de dinero, prometiéndoles conseguirles los permisos legales para residir y una vez en España, obligarles a vender flores en la vía pública hasta el total pago de la deuda contraída.
La sentencia confirmada señalaba que la función de uno de los ya condenados, que residía en Milán, era controlar y mandar a las víctimas desde Italia a España, además de ser la persona que se dedicaría a obtener visado en dicho país para que llegaran sus compatriotas a dicho país.
En la resolución se explica el caso de varias personas ocurridas desde 2010. Una de ellas, que fue testigo protegido, contactó con el ahora acusado cuando estaba en Italia, el cual le hizo «la falsa promesa de trabajar en un hotel en España, remitiéndole un documento mendaz para facilitar su llegada» a cambio de 500 euros, el costo de los billetes de autobús y otros 500 euros por el viaje y alojamiento.
Una vez aquí y tras ir a Barcelona a buscarlo en persona, el acusado lo alojó en su domicilio de Fuengirola, «obligándole a vender rosas en la vía pública de miércoles a domingo de 20.00 a 06.00 horas hasta el pago de la deuda contraída, incluido gastos de casa y comida», señala la sentencia.
Todo el dinero obtenido al día (de 30 a 100 euros) se lo entregaba al anterior. Transcurridos diez días desde la llegada del testigo protegido a España fue detenido por la Policía, lo que aprovechó el acusado para comentarle que los trámites a realizar le costarían 1.000 euros, que se los pagaría trabajando para él, situación que se mantuvo cinco meses, en los que tuvo que darle todo el dinero obtenido.
«Ante lo insostenible de la situación», dice la resolución, el testigo «intento revelarse, siendo agredido y amenazado», tras lo que abandonó el domicilio del anterior y se instaló en la vivienda de un compatriota.
Según la Sala de Málaga, esto ocurrió a otros hombres, a los que también les ofreció venir a España a trabajar, darles documentación, que resultó falsa, o ayudarles a arreglar su situación a cambio de dinero y una vez aquí se vieron obligados a vender flores y entregar todo lo obtenido al acusado. Asimismo, cuando querían abandonar la situación les amenazaba a ellos y a sus familias en Pakistan.
Por estos hechos fue condenado por los delitos de trata de seres humanos, en concurso con un delito continuado contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, otro contra la Administración de Justicia, falsedad documental y tenencia de moneda falsa para su distribución. Se le aplicó la circunstancia que atenúa la pena de dilaciones indebidas.
El TSJA rechaza el recurso ya que señala que existen pruebas de cargo para la condena que se basan en las testificales de los sujetos pasivos de los delitos y de los policías que llevaron a cabo las vigilancias, seguimientos, contactos con víctimas y tomas de manifestación a las mismas.