La Guardia Civil ha desarticulado en Alicante una red dedicada a cometer estafas bancarias a nivel internacional mediante el método ‘smishing’, una serie de ciberataques que utilizan los mensajes de texto para engañar a los usuarios, infectar sus equipos y robarles datos sensibles y dinero. Se ha detenido a ocho personas, de entre 40 y 59 años y de nacionalidades española, rumana y ucraniana en Málaga, Sevilla y otras seis provincias españolas.
La operación se inició en abril de 2020, después de que los autores realizaran durante tres días consecutivos un ataque masivo a un gran número de clientes de una entidad bancaria española, a través de sus teléfonos móviles. Los presuntos consiguieron estafarles 600.000 euros a un total de 106 perjudicados de todo el territorio nacional.
La organización enviaba un mensaje de texto a las víctimas haciéndose pasar por su banco y recabar los datos necesarios para acceder a las cuentas de los perjudicados. Así, los investigados se hacían con el control de sus cuentas desde la plataforma online y modificaban la forma de acceso.
Tras tener el control de las cuentas, la red hacía transferencias de 5.000 euros cada una, desde las cuentas de los perjudicados a las de personas utilizadas como ‘mulas de dinero’, dadas de alta en empresas financieras en línea y que recibían una comisión a cambio de realizar la transferencia.
Los investigadores localizaron hasta 28 de estas mulas y comprobaron que por sus cuentas pasaron 462.000 euros del total del dinero estafado a los perjudicados. Los 128.000 euros restantes fueron estafados por análoga metodología y medios, a distintos comercios en París (Francia).
La organización invertía el dinero sustraído de las cuentas de los perjudicados en criptomonedas para así poder blanquearlo sin dejar rastro y eludir el rastreo por parte de los investigadores. Una vez adquiridas las monedas virtuales, eran transferidas a cuentas de miembros de los principales miembros de la banda, que lograban así permanecer en el anonimato.
Finalmente, los investigadores han identificado a 90 personas de nacionalidades letona, rusa, checa, kazaja, bielorrusa, francesa, alemana, camerunense y ucraniana. En España, la Guardia Civil ha detenido a ocho personas, de entre 40 y 59 años y de nacionalidades española, rumana y ucraniana en las localidades de Málaga, Sevilla, Murcia, La Coruña, Zaragoza, Gerona, Valencia y Elche. Además, se han bloqueado y puesto a disposición judicial un total de 25 cuentas bancarias.
Por otro lado, los agentes han solicitado a la autoridad judicial 43 órdenes internacionales de detención correspondientes a los principales integrantes del grupo criminal.