El Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla ha lanzado este jueves una advertencia a la ciudadanía sobre «el grave riesgo» que puede suponer el montaje de piscinas hinchables y prefabricadas en azoteas, balcones y terrazas.
Con la llegada del verano, se buscan alternativas para hacer frente calor, pero desde el Colegio han apelado a la responsabilidad ciudadana para evitar este tipo de actuaciones por los serios peligros que conllevan.
Sin la supervisión técnica correspondiente, puede sobrecargarse la estructura del edificio y provocar la aparición de grietas. En los peores casos, se acaba con el forjado de la construcción y se desploma la azotea, terraza o balcón, ya que la mayoría de las edificaciones no se diseñaron para soportar tanto peso, han explicado en un comunicado desde el Colegio.
«El año pasado ya vimos un gran incremento en la demanda de estos productos y tememos que este verano va a ser igual», ha añadido el presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla, Manuel Jiménez.
Desde la institución colegial instan a los ciudadanos a contactar con un técnico antes de comprar y montar cualquier piscina para comprobar el peso que puede llegar a soportar su terraza. De lo contrario, es probable que se produzcan desperfectos en la estructura y con ellos, daños y accidentes humanos. En este punto, han recordado el trágico suceso producido en Barcelona en el año 2007, cuando una niña falleció tras desprenderse el suelo en el que había una piscina instalada.
«Hay que pensar que los edificios se diseñan con unos fines concretos y que, por lo general, no están preparados para aguantar los volúmenes de agua de estas piscinas. Tan solo 20 centímetros de agua suponen 200 kilos de sobrecarga por metro cuadrado. Un peso al que además se añaden otros condicionantes como el número de personas que vayan a usar la piscina», ha añadido el presidente del Colegio.
Además, en muchas ocasiones la instalación de estas piscinas altera uno o varios elementos comunes de la comunidad. El informe técnico correspondiente también permite avalar si se producirán o no estas alteraciones. Sea cual sea el caso, lo más conveniente es comunicarlo a la comunidad de propietarios y si va a ocasionarse alguna modificación de elementos comunes, se precisará de la autorización previa de la junta de propietarios.