A menudo, no hace falta viajar lejos para admirar restos arqueológicos de culturas anteriores a las nuestras. De retroceder en el tiempo y asombrarse de sus inteligentes logros, de los cuales, todavía una parte de ellos sigue en pie.
Es el caso de las «TERMAS ROMANAS DE LAS BÓVEDAS», en San Pedro de Alcántara (Málaga), donde muy cerca se hallaba la antigua «CILNIANA». Población romana, anteriormente fenicia, cuyos habitantes se dedicaban a la salazón de pescado, elaboración de «Garum» y la obtención del preciado y valioso «tinte púrpura», entre otras actividades.
Se trata de un original edificio, probablemente del siglo IV d.C, con una especial y geométrica planta baja de funcionamiento como «termas o baños», con ocho salas en forma octogonal con piscinas de agua caliente, templada y fría; además de salas para masajes.El sistema de galerías en su planta superior se cree que fue creado para el aporte de agua en forma de duchas, convirtiéndolas en únicas en el mundo romano.
De la apertura, cierre y mantenimiento de las mencionadas termas se encargan Cristina Moreno y Margarita Olmo. Muchas gracias por tan notable labor.
Con respecto a la TORRE DE DEFENSA, que toma el mismo nombre de las Termas por su proximidad, hay que decir que es de construcción posterior. Del siglo XVI, posiblemente levantada entre 1571 y 1575, usada por los cristianos para guardar armamento y ser una más de las numerosas atalayas a lo largo de la costa para dar la voz de aviso en caso de necesidad.
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