La defensa de los territorios ante un posible ataque del enemigo ha estado presente a lo largo de nuestra historia. Aún más si se trataba de zonas costeras, donde a través del mar podían invadir los barcos enemigos. Nacen así las torres vigías -llamadas también almenaras-, unas construcciones que protegían la costa y avisaban de la llegada de posibles atacantes para poder afrontar una posible defensa.
Aunque sus antecedentes se remontan a la época romana, fueron los granadinos del reino nazarí quienes sistematizaron la colocación de estas a lo largo de la costa en el siglo XIII. Así, se convertirían en las piezas más importantes del sistema de defensa costero. Instaladas por diversos puntos del Mediterráneo, la mayoría de ellas han estado en uso hasta el siglo XIX.
Este cordón defensivo, testigo de la historia local, aún se conserva en la mayoría de los municipios de la Costa del Sol. Por ello, te proponemos la siguiente ruta con algunas de las torres vigías más importantes de Málaga, donde podrás conocer el pasado y la historia de estas construcciones que aún avistamos desde la orilla del mar.
Torre Pimentel, Torremolinos
También llamada Torre de Los Molinos, está situada en pleno casco urbano, en la cuesta del Bajondillo.
Con una forma casi rectangular, está construida con tapial y tiene doce metros de altura.
Desde ella, los guardas del Reino de Granada vigilaban la llegada de posibles intrusos. Alrededor de la torre, se fue creando un humilde barrio de molineros que, con el tiempo, se convertiría en la actual Torremolinos.
Torre Torrequebrada, Benalmádena
Situada en el punto más estratégico de la costa, entre Torremolinos y Fuengirola, sepiensaquefueconstruida por los musulmanes.
Su nombre se debe al estado de deterioro en la que se encontraba hasta que fue reconstruida en el siglo XVI con la forma que presenta actualmente.
En 1490, cuando aún no se había concluido la toma de Granada, Fernando de Nuncibay -siguiendo
la orden de los Reyes Católicos- mandó a construir Torre Quebrada, de ahí su deducción de origen islámico.
Sin embargo, las hipótesis apuntan a que debió de arruinarse, pues existen escritos que indican que se remató su reconstrucción en el año 1507. Al igual que el resto de torres, fue construida para evitar las incursiones de piratas. Como curiosidad, tuvo una ladronera y se artilló con un cañón.
Torre Batería de La Cala del Moral, Mijas
Construida en la segunda mitad del siglo XVIII, se trata de una torre de gran solidez, muros muy gruesos y muy buen estado de conservación.
Se encuentra en la playa del Charcón, donde vivió un hito histórico, siendo testigo de cómo el general Torrijos desembarcó en ella con su pie izquierdo.
Es un fortín de base de pezuña, con un perímetro aproximado de 35 metros y una altura que supera los diez metros. Su fábrica de mampostería se complementa con el uso de ladrillo en diversos elementos como jambas, aspilleras, molduras del pretil y bóvedas.
Actualmente, es la sede del entro de Interpretación de las Torres Vigía del Museo Histórico y Etnológico de Mijas.
Torre Lance de las Cañas, Marbella
Su nombre deriva de un arroyo que discurre en sus proximidades. Esta torre forma parte del sistema defensivo costero del reinado de Carlos III.
Fue construida en la segunda mitad del siglo XVIII y es el resultado de la evolución de otras torres vigías y el sistema defensivo costero.
Los ingenieros de la época dejaron su huella en este modelo de construcción, donde se favorecía el uso militar del mismo como bastión artillado. Además, su forma responde a un prototipo presente en numerosos puntos del litoral español.
Torre Casalola, Estepona
Llamada también Torre de Baños, se encuentra en Estepona, en la zona límite de Marbella a la derecha de la desembocadura en el mar del río Guadalmina.
Incluida en la relación de castillos y torres del litoral de Granada, se trata de una obra musulmana.
Desde ella, se ejercía vigilancia sobre la parte de poniente del espacio marítimo de Marbella, por lo que era una pieza esencial para la defensa. Su singularidad radica en su proporción esbelta y su planta con forma de herradura.
Por ello, lleva a gala ser la Torre Vigía más esbelta de todo el litoral andaluz, pues su altura es de quince metros.
Torre de la Sal, Casares
Es la defensa del litoral casareño desde el Reino de Granada. Su nombre se origina cuando una salina se instala junto a ella y empieza a utilizarse como almacén de sal.
A partir del S. XVI se integra en el sistema oficial de la marina para la vigilancia y defensa costera frente a los piratas berberiscos.
Con una gran conservación y un buen mantenimiento, actualmente cuenta con dos alturas y se sitúa sobre un promontorio de la costa casareña.
Su forma, de planta cuadrada, la diferencia del resto de las torres.
Torre Chullera, Manilva
En el límite occidental de la provincia de Málaga se encuentra esta torre que fue nombrada en el año 1497 como Torre de la Chullera.
Fue necesario construir una torre nueva en la boca del río Guadiaro, en sustitución de otra pequeña, cilíndrica, de piedra en bruto y poco espesor, que había sido destruida por un rayo.
La nueva atalaya, mucho mayor, es sólida y la circunferencia de su base tiene una longitud de
23,40m. La altura total es de 10 metros. Su mampostería es de piedra pequeña, caliza y bermeja, colocada en hiladas horizontales.
Se cree que fue reconstruida a principios del siglo XVI, ya que sus mampuestos son reducidos y desordenados, sobre los que se intercalan algunos ladrillos a tizor.
Esta torre servía de amparo a los ganaderos, pasajeros y a los que cortaban madera para artillería.