1. Torremolinos: Un viaje oriental por el nuevo jardín zen del Molino de Inca
Este encantador lugar integra ahora un nuevo espacio en el jardín botánico Molino de Inca. Se encuentra en el Camino de los Pinares, junto al Molino de Batán y el Pinar de los Manantiales. La historia del jardín está ligada a la de los molinos. Los manantiales que hay en este enclave dieron lugar al desarrollo de varios ingenios de este tipo, entre ellos el que le da nombre, el Molino de Inca, utilizado para la elaboración de harina, que data de principios del siglo XVIII. Acoge un precioso jardín botánico de más de 15.500 metros cuadrados, con casi un millar de especies vegetales y donde conviven una docena de aves diferentes, algunas de ellas ejemplares únicos en el país.
2. Benalmádena: Conoce el mundo marino en el Aquarium Sea Life
Ubicado en el corazón de Puerto Marina, Sea Life Benalmádena es un acuario interactivo que ofrece experiencias únicas, como caminar por su túnel oceánico, donde tiburones y rayas nadan a tu alrededor. Las divertidas nutrias asiáticas, conocidas por jugar con imanes y disfrutar de golosinas de trucha, son solo una de las muchas atracciones. Además, podrás conocer misterios de tortugas marinas, pulpos y medusas en este centro dedicado a la conservación y al descubrimiento de la vida marina.
3. Fuengirola: Sumérgete a la historia de culturas pasadas en el Museo de la Ciudad.
Inaugurado en 2003, el Museo de Historia de Fuengirola reúne vestigios de los últimos 14 siglos del municipio. La instalación cuenta con una superficie de 1.700 metros cuadrados y propone un recorrido histórico desde los vestigios de civilizaciones antiguas, como los romanos, hasta la explosión del turismo en la década de los 70.
4. Mijas: Un día de senderismo por la Sierra de Mijas
La Sierra de Mijas ofrece varias rutas de senderismo que atraviesan paisajes de montaña, pinares y miradores con vistas espectaculares de la Costa del Sol y la Sierra de las Nieves. La ‘Ruta del Pico Mijas’ es una opción destacada: una caminata de 12 km desde Mijas Pueblo hasta el punto más alto de la sierra, con vistas espectaculares de la costa y, en días claros, hasta Gibraltar. Otra opción es la ‘Ruta de la Fuente de Arianes’, de 8 km y dificultad moderada, que lleva a una encantadora fuente natural entre vegetación autóctona y miradores. Ambas rutas permiten disfrutar de la naturaleza y las vistas panorámicas de la Sierra de Mijas.
5. Marbella: Un paseo por las dunas de Cabopino y Las Chapas.
Las dunas de Artola y Real Zaragoza, situadas en las playas de Cabopino y Las Chapas, respectivamente, en Marbella, representan junto con las dunas de Casasola en Estepona, los últimos vestigios del sistema dunar de la costa malagueña. Estos campos de dunas mediterráneas destacan en la costa occidental de Málaga, que cuenta con una llanura litoral más extensa que la oriental, gracias a la mayor distancia de las montañas respecto a la línea de costa. Estos espacios naturales únicos son testimonios de la biodiversidad y el paisaje originario de la Costa del Sol.
6. Ojén: Explora la Cueva de las Columnas
La Cueva de las Columnas, cerca de Ojén, es un fascinante paraje natural con impresionantes formaciones de estalactitas y estalagmitas. Ubicada en un entorno montañoso de la Sierra de las Nieves, ofrece una experiencia única para los amantes de la espeleología y la naturaleza. El recorrido por la cueva permite disfrutar de su belleza subterránea mientras se combina con actividades al aire libre como el senderismo, convirtiéndola en un destino ideal para los que buscan explorar la geología y el paisaje natural de la región.
7. Istán: Adéntrate en el centro histórico
El Centro Histórico de Istán es un encantador pueblo de la sierra andaluza, con calles empedradas y casas blancas adornadas con flores, que conserva su arquitectura tradicional. Pasear por sus rincones tranquilos, rodeados de montañas y fuentes, ofrece una experiencia auténtica, donde se puede disfrutar del ambiente local y las impresionantes vistas al paisaje natural de la Costa del Sol.
8. Benahavís: Experiencia gastronómica única en La Escalera de Balthazar
En un ambiente encantador con una terraza en la azotea y vistas panorámicas, este restaurante en Benahavís destaca por sus sabores provenzales, elaborados con ingredientes frescos y de calidad. Sus recetas tradicionales, cocinadas con dedicación, incluyen carnes y mariscos a la parrilla de carbón de leña de olivo, realzando los sabores naturales. Una experiencia gastronómica única que refleja lo mejor de la cocina local en un entorno incomparable.
9. Estepona: Enamórate en la Ruta de los Murales
Estepona es una galería al aire libre con más de 60 impresionantes murales urbanos que decoran sus calles. Podrás encontrar obras como «Reflejos del jardín», el mural vertical más grande de Europa, y «Día de Pesca», uno de los más antiguos y grandes del municipio. Otros murales, como «Madre Amorosa» y «La Mirada de un Niño», rinden homenaje a la figura materna y la creatividad infantil. Además, «Regando el jardín» refleja la importancia de cuidar la naturaleza, y «La casa de la buena gente» permite a los transeúntes interactuar con la obra. La Ruta de los Murales de Estepona es una forma única de descubrir el arte y la cultura local.
10. Casares: Observa al fascinante buitre leonado desde Sierra Crestellina
El Observatorio de Aves de Casares, en la Sierra Crestellina, es un excelente punto para avistar aves, especialmente buitres, cernícalos y otras rapaces como el águila culebrera y el alimoche. Ubicado en el mirador del Cerro, el acceso se realiza desde la AP-7 y un sendero de 480 metros. Durante la migración, se pueden observar especies como el milano negro y la cigüeña blanca. También se avistan aves rupícolas como la collalba negra y el roquero solitario.
11. Manilva: Viaje al pasado en Manilva
Quién no ha fantaseado alguna vez con viajar al pasado. En Manilva, es posible. Esta experiencia se ofrece en El Museo Arqueológico de Manilva, ubicado en el Castillo de la Duquesa. Alberga una interesante colección de objetos hallados en el yacimiento romano del «Entorno del Castillo de la Duquesa». Los artefactos, que datan desde finales del siglo I d.C. hasta principios del V d.C., incluyen cerámica romana, ajuar funerario, adornos personales, monedas y utensilios cotidianos. Además de su valiosa colección, el museo ofrece una mirada a la historia de la fortaleza, construida en el siglo XVIII para proteger la zona de ataques de piratas y corsarios.