2024 será recordado en Torremolinos por el significado especial que tiene este año para un pilar básico en el apartado musical, cultural y social del municipio. La Asociación Coral cumple su 40 aniversario con mucha vida y ganas de seguir acompañando a una población que, al igual que la ciudad, va creciendo en todos los sentidos, aunque sin dejar atrás sus fiestas, actos y eventos tradicionales. Ha transcurrido mucho tiempo y ha pasado de todo, pero la esencia de la Coral de Torremolinos se mantiene y ni el COVID-19 ha logrado tumbar un arte que estuvo muy señalado y demonizado en época de pandemia.
Todo arrancó en 1984, cuando un grupo de mujeres (no todas nacidas en Torremolinos, pero sí residentes) decidió juntar fuerzas para que la localidad malagueña gozara de una coral polifónica, por lo que fueron pioneros en la provincia, ya que existían coros rocieros, pero no con el estilo y el tipo de música que ellas representaban. Su directora musical desde hace más de 20 años, Rosana Dalmasso, reconoce orgullosa que la Coral de Torremolinos “está desde el comienzo y se mantiene”, frente a la inestabilidad de otras muchas bandas que, desafortunadamente, terminaron desapareciendo con el tiempo.
“En Argentina recibimos una ovación que parecíamos ‘The Rolling Stones”
Y no solo se mantiene, sino que brilla ganando certámenes incluso a nivel internacional. La Asociación Coral de Torremolinos ha recorrido toda España, ha viajado por Europa y, además, ha cruzado el charco para visitar países como Argentina, Brasil o Uruguay. Eso fue allá por 2006. Rosana recuerda con especial cariño el día de su llegada a una ciudad del interior de la provincia de Buenos Aires: “No fue tanto por la actuación en sí, sino por el recibimiento. Hubo un problema con el vuelo y del avión íbamos directamente a la ciudad, y se atrasó. Cuando llegamos al teatro, ya estaba el público esperando para entrar en la sala. Entonces, al entrar nosotros, recibimos una ovación que parecíamos ‘The Rolling Stones’. El concierto fue bien. Fue muy llamativo y épico”.
La Coral de Torremolinos también ha dejado su sello por el Viejo Continente, concretamente en países como la República Checa, Austria y, sobre todo, Italia, un destino habitual por los contactos que mantiene la Asociación en un país con mucha tradición musical. Pero es Andalucía el territorio que conocen bien, ya que han compartido intercambios con otras provincias con movimientos corales de relevancia, véase el caso de Granada, Cádiz o Sevilla.
Sin embargo, su casa es Torremolinos y sus integrantes han logrado que cada habitante de este municipio relacione a la Asociación con algo fijo e inamovible que perdurará como lo siguen haciendo los eventos tradicionales más importantes. Ahí, la Coral siempre está. Entre las fiestas más habituales, Rosana destaca las celebraciones del Carmen, la Semana Santa, el Concierto de Navidad… además de colaboraciones con cofradías locales, aunque la presidenta de la Coral, Natalia Mayorga, subraya que son “una Asociación totalmente laica, no religiosa”. “Pero hay que ser conscientes de que vivimos en Torremolinos, un pueblo con tradición católica, y si se hace una misa al Patrón de San Miguel, se alza la Virgen del Carmen y, en definitiva, quieres participar en las actividades del pueblo, tienes que hacerlo con música sacra”, explica.
Las bandas sonoras, fórmula para llegar a un público más joven
Como emblema veterano ya de Torremolinos, la Coral también trata de modernizarse, de llegar a un público más joven y de ayudar a las nuevas bandas a integrarse entre la amplia cultura de la localidad malagueña. Lo hacen con “encuentros”, como indica Rosana, como por ejemplo “en Santa Cecilia se está viendo con otros grupos de Torremolinos que son más nuevos y darlos a conocer al público”. Y, por otro lado, cuentan con la ‘Torremolinos Gospel Choir’, que tiene un estilo de música más alternativo y que está optando actualmente por las bandas sonoras.
La Asociación no siempre ha disfrutado de la ayuda institucional, pero su presidenta incide en que “las relaciones con el Ayuntamiento de Torremolinos actualmente son muy buenas”. La Coral ensaya en el Centro Cultural Picasso y el mensaje de la agrupación es claro: “Todo el mundo es bienvenido”. Da igual la edad, da igual la situación de cada persona… De hecho, para formar parte del grupo no es necesario ni tener nociones de canto, según Natalia, aunque sí realizan una pequeña prueba “para saber en qué voz estaría, porque intentamos cantar a cuatro cuerdas”. “Hay personas a las que les cuesta más, y quizás tarden algo más en cantar en los conciertos. Se pide que vengan a no ser que sea por causa mayor y que no provoquen problemas, no somos profesionales y lo que buscamos es disfrutar y pasarlo bien sin malos rollos”, dice. Una actividad terapéutica que muchas personas utilizan como una vía social para relacionarse con otras personas y levantar el ánimo en un mal momento. Incluso como un ejercicio de memoria con la letra de las canciones para las personas más mayores. Eso sí, se exige un mínimo de compromiso, “un verdadero interés”, como destaca la directora musical, Rosana, porque al final “implicas a un colectivo”.
“Estuvimos en una situación grave de supervivencia por el COVID-19”
Ha habido momentos inolvidables, pero otros nada buenos. La pandemia del COVID-19 dejó paralizado al mundo entero y afectó muy seriamente a los coros. Natalia Mayorga califica esa etapa de 2020 como “horrorosa”: “Se demonizó muchísimo el cantar porque decían que la voz se proyectaba más y, por tanto, cualquier tipo de virus podía llegar más lejos. Según unos estudios, no era cierto, no es más allá de lo que se pueda emitir cuando se habla normalmente”. Ella fue nombrada presidenta de la Asociación tan solo unos meses antes de que se decretara el Estado de Alarma en todo el país y cuenta que intentaron trabajar online para que la llama de la música no se apagara en Torremolinos, para que el repertorio tan preciado de la Coral no cayera en el olvido. “Nos hizo polvo. Estuvimos en una situación grave de supervivencia”, reconoce. Unos años después, pueden decir con orgullo que la agrupación ha sobrevivido para alcanzar este 40 aniversario tan especial y que amenaza con seguir siendo parte de la columna vertebral de la cultura en Torremolinos, Málaga y Andalucía.