El Festival de Cine de Málaga celebraba el pasado mes de marzo su vigésimo octavo aniversario, reafirmándose como un faro imprescindible para la cinematografía en español. Desde su nacimiento en 1998, este certamen ha evolucionado de una apuesta por visibilizar y promover el cine nacional a convertirse en un referente del panorama iberoamericano, donde el talento y la creatividad encuentran su espacio.
Uno de los enclaves más importantes de la vida de Málaga y, por supuesto, de la vida del cine, que se celebra cada año y se transforma en un vibrante escenario donde confluyen directores, actores y amantes del séptimo arte. Más que un evento de exhibición, el festival reconoce trayectorias, descubre nuevas voces e impulsa la creación y difusión del cine.
1998, el comienzo de todo
La primera edición del Festival de Málaga se celebró del 29 de mayo al 6 de junio de 1998. Con Salomón Castiel como director del evento, fue una iniciativa del crítico de cine Carlos F. Heredero que recibió el apoyo del Ayuntamiento de Málaga, con Celia Villalobos en las funciones de alcaldesa en esos momentos. Con 14 secciones en su programación y más de 30.000 personas que participaron en este evento, consolidó a Málaga como la capital del cine español.
El legendario Fernando Fernán Gómez fue el invitado de honor, y el certamen rindió homenaje a la filmografía de Montxo Armendáriz con una retrospectiva que atrajo la atención de la crítica y el público.
La película encargada de abrir esta edición fue Una pareja perfecta, una comedia dirigida por Francesc Betriu con guion de Rafael Azcona y protagonizada por Antonio Resines, José Sazatornil y la malagueña Kiti Mánver que, gracias a su interpretación en este filme, recibió el primer galardón a mejor actriz del certamen.
El gran triunfo del recién inaugurado Festival de Málaga fue para La primera noche de mi vida, de Miguel Albaladejo, que se alzó con la primera Biznaga de Oro de la historia del festival, además del Premio del Público, el reconocimiento a mejor actor para Emilio Gutiérrez Caba y una Mención Especial del Jurado para el joven Iñigo Garcés.
Desde entonces, el festival ha ampliado su programación con nuevas secciones dedicadas a documentales, cortometrajes y producciones iberoamericanas, consolidándose como un escaparate esencial para la industria.
Málaga se ha convertido en un punto de encuentro para grandes figuras del cine, sirviendo tanto de plataforma para cineastas emergentes como de altavoz para producciones internacionales. Además de su función como espacio de exhibición, el festival desempeña un papel clave en la promoción y financiación de nuevas producciones, favoreciendo la internacionalización del cine iberoamericano.
La incorporación de secciones como Zonazine, enfocada en propuestas innovadoras y arriesgadas, o Málaga Work in Progress, destinada a impulsar proyectos en desarrollo, han reforzado su relevancia dentro del sector audiovisual.
Su prestigio alcanzó un nuevo hito en 2024, cuando la Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos (FIAPF) lo incluyó en su lista de festivales especializados en cine de habla hispana.
Hitos y personalidades destacadas
A lo largo de sus más de dos décadas de historia, el Festival de Málaga ha acogido a algunas de las figuras más influyentes del cine en español. Directores de renombre como Pedro Almodóvar, Álex de la Iglesia, Isabel Coixet y Fernando Trueba han pasado por sus ediciones, presentando sus películas y compartiendo su visión con el público. Asimismo, el certamen ha servido como escaparate para talentos emergentes que, con el tiempo, han logrado consolidarse en la industria cinematográfica.
El festival también ha rendido homenaje a actores que han dejado una huella imborrable en la cinematografía en español. Figuras como Antonio Banderas, Maribel Verdú, Javier Bardem, Carmen Maura y Luis Tosar han sido reconocidas por sus trayectorias, convirtiéndose en embajadores del festival. Discursos emotivos, encuentros con el público y proyecciones de películas icónicas han sido parte de los momentos más memorables de este evento.
Uno de los galardones más prestigiosos del festival es la Biznaga de Oro, otorgada a la mejor película de la sección oficial. Este premio simboliza la excelencia cinematográfica y rinde homenaje a la identidad cultural malagueña. Su nombre y diseño están inspirados en la biznaga, un ramillete de jazmines elaborado artesanalmente y característico de la ciudad.
Algunas curiosidades del festival
A lo largo de su historia, el Festival de Málaga ha vivido momentos únicos que lo han convertido en un evento especial tanto para la industria como para el público. En 2004, la proyección de Mar adentro, la película de Alejandro Amenábar que posteriormente ganaría el Oscar, fue uno de los hitos más recordados, al presentarse en el festival antes de su estreno comercial.
El certamen también ha contado con la presencia de estrellas internacionales como Benicio del Toro y Gael García Bernal, ampliando su impacto más allá de las fronteras españolas. No han faltado anécdotas inolvidables, como una alfombra roja improvisada tras una inesperada tormenta o la proyección de películas en espacios abiertos, acercando el festival a la vida cotidiana de Málaga y llevando el cine más allá de las salas tradicionales.
La edición 2025: un festival que apuesta por el presente y el legado del cine en español
El Festival de Málaga 2025 se encuentra en su recta final tras una semana repleta de estrenos, homenajes y emociones. La 28ª edición, que se celebra del 14 al 28 de marzo, ha convertido nuevamente a la ciudad en el epicentro del cine en español, con una programación que combina talento emergente, figuras consagradas y un especial reconocimiento a la historia cinematográfica.
En la sección oficial, han destacado títulos como Los Tortuga de Belén Funes, La buena suerte de Gracia Querejeta, La buena letra de Celia Rico Clavellino, La furia de Gemma Blasco y Sorda de Eva Libertad. Estas películas, que abarcan distintos géneros y enfoques narrativos, han reflejado la diversidad y riqueza del cine contemporáneo en español y han destacado la presencia de una importante dirección femenina.
Uno de los momentos más emotivos de esta edición ha sido el homenaje a Carmen Machi, galardonada con el Premio Málaga-Sur por su brillante trayectoria cinematográfica. Además, el festival ha reconocido el talento emergente de Elena Martín Gimeno, quien ha recibido el Premio Málaga Talent.
Como parte de su compromiso con la memoria del cine, el festival proyecta Furtivos de José Luis Borau como la Película de Oro de esta edición, en conmemoración del 50º aniversario de este clásico del cine español. El largometraje se estrenó en el cine el 8 de septiembre de 1975 y está protagonizado por Ovidi Montllor, Lola Gaos y Alicia Sánchez. La película cuenta la historia de Ángel, un cazador furtivo que habita en un apartado bosque junto a su madre, Martina. Durante uno de sus raros viajes a la ciudad, se cruza con Milagros, una joven que ha escapado de un reformatorio y mantiene una relación con un reconocido delincuente. Ángel, sintiendo una profunda necesidad de protegerla, la acoge en su hogar. Sin embargo, la tensión surge cuando su madre rechaza a Milagros, mientras que Ángel empieza a experimentar una atracción peligrosa hacia ella, lo que desemboca en un conflicto emocional que transformará sus vidas para siempre.
El malagueño El Kanka fue el encargado de poner el broche final al Festival de Málaga en el Teatro Cervantes con su esperado concierto de clausura. Las entradas, que se agotaron en tiempo récord tras su salida a la venta, llevaron al artista a tener que ofrecer doblete el 23 y 24 de marzo, donde ambos conciertos forman parte de su gira Las canciones del artista malagueño.
El Festival de Málaga sigue así reafirmándose como una plataforma fundamental para la industria audiovisual, combinando tradición y modernidad y consolidándose como un referente imprescindible en la vida cinematográfica iberoamericana. ¿Que deparará la próxima edición?