La monolítica resistencia de la australiana Kirsten Rudgeley; la reiterada llamada a la puerta del título de la holandesa Anne Van Dam; la valiosa presencia de la india Aditi Ashok, la francesa Céline Boutier y la belga Manon de Roey, todas ellas de prestigio contrastado, en la parte alta de la tabla; el acecho de la española Ana Peláez que no da nada por perdido…
La tercera jornada del Andalucía Costa del Sol Open de España Femenino puede describirse mediante un auténtico crisol de situaciones, tal es la incertidumbre acumulada a falta de 18 hoyos para su conclusión, donde son muchas las que pueden ganar o perder, la máxima recompensa o la obligada necesidad de conformarse después de tanto esfuerzo.
El abanico de posibles triunfadoras sigue sin despejarse a pesar de que una de ellas, la australiana Kirsten Rudgeley, acumula más méritos que nadie, una monolítica resistencia que se remonta a su 6 bajo par de la primera jornada y que recuerda al famoso Uluru, un enorme monolito de arenisca rojiza en el corazón del árido desierto Centro Rojo, al Norte de Australia.
Lejos de titubear y mostrar las debilidades propias de la juventud que emana de sus 22 años y la falta de experiencia, Kirsten Rudgeley ha seguido exhibiendo, por tercera ronda consecutiva, una capacidad de aciertos más que notable y, sobre todo, una aversión a los errores -sólo un bogey en 54 hoyos- que se paga con un liderato provisional, eso sí, muy asediado.
El retorno de Van Dam también suena con fuerza. La holandesa, con dos títulos del Open de España en su haber (2018 y 2019 en La Quinta y Aloha Golf), llama a la puerta de una tercera victoria que la convertiría en la más laureada de la historia de esta competición. Sus 7 bajo par de la tercera ronda, bien distribuidos a lo largo de una vuelta huérfana de bogeys, le han catapultado hasta la segunda plaza, a dos golpes de la inesperada Rudgeley.
Esa misma situación y esa misma diferencia afecta a la india Aditi Ashok, una jugadora con cuatro victorias en su haber, una de ellas en Kenia en la presente temporada, que constituye aval a tener muy en cuenta de cara a una ronda final donde habrá que templar los nervios desde el mismo principio.
Sólo un paso por detrás, con 9 bajo par y una diferencia de 4 golpes que superar para ganar el título, se encuentra Ana Peláez, que comparte plaza con la gala Céline Boutier y la belga Manon de Roey. La malagueña construyó una vuelta cimentada en la regularidad, dos birdies y dieciséis pares que le permiten aspirar a lo máximo, aunque ella misma es consciente de que para ganar es preciso arrancarle más trofeos al bello recorrido del RCG Las Brisas en los últimos 18 hoyos.
“Lo afronto con mucha ilusión, mucho deseo, sintiendo que ahora sí que estoy preparada para vivirlo con mucha pasión”, manifestaba Ana Peláez ante la posibilidad de sumar su segundo triunfo de carácter profesional.
La malagueña ejerce de faro de las esperanzas españolas, espoleadas también por la más que notable actuación de las amateurs Andrea Revuelta y Julia López. La madrileña experimentó una auténtica montaña rusa de sensaciones, con cuatro bogeys, un eagle y cinco birdies -el último, en el hoyo 18, el mejor golpe del día para ella- que le sitúan en una más que meritoria séptima plaza, cinco por delante de su compañera en los equipos nacionales Julia López y la navarra Carlota Ciganda, que esta vez le arañó dos golpes al campo para compartir la duodécima plaza.
Quedan pues 18 hoyos de ilusiones, anhelos y esperanzas, todas contra la monolítica resistencia de la Uluru australiana, una Kirsten Rudgeley que de momento no da su brazo a torcer.