El Ayuntamiento de Marbella va a impulsar medidas de emergencia y ha pedido la colaboración ciudadana para poder alcanzar el 20% en el ahorro de agua que establece el decreto de la Junta de Andalucía ante la situación de escasez grave y excepcional de sequía. El portavoz del equipo de Gobierno, Félix Romero, junto al concejal de Servicios Operativos, Diego López, anunciaron la publicación de un bando de Alcaldía que recoge una serie de prohibiciones en este ámbito para instalaciones públicas y privadas que entrarán en vigor de manera inmediata. Romero ha señalado que “es una circunstancia que se abordó en una reunión que tuvo lugar la semana pasada a la que asistieron los representantes de Acosol, la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol y las once localidades afectadas y en la que se puso de manifiesto la necesidad de adoptar estas medidas de manera conjunta ante el estado actual del pantano de la Concepción y los recursos hídricos de la zona”.
El portavoz municipal ha indicado que “es evidente que el régimen de lluvias ha cambiado y que son más frecuentes en los meses de abril y mayo que en octubre y noviembre, pero es importante ser precavidos ahora para poder garantizar la campaña de verano”. Según los datos, Marbella es el municipio más eficiente en cuanto al sistema de distribución, pero -como ha señalado Romero- «es esencial que se apliquen estas medidas para que el suministro de agua potable no se vea limitado y podamos afrontar la temporada estival con confianza”.
López ha especificado que el bando recoge la prohibición de riego de jardines, huertos, praderas, parques o zonas verdes y deportivas, públicos y privados; el baldeo de calles, aceras o fachadas, públicas y privadas, salvo las autorizadas por razones sanitarias y, en ningún caso, se podrá utilizar agua apta para el consumo humano; el llenado o rellenado de piscinas privadas; las duchas y surtidores públicos; el lavado de coches salvo en establecimientos autorizados que tengan sistemas de reciclado y recirculación del agua; las fuentes y lagos ornamentales lúdicos o deportivos, públicos o privados, salvo que tengan sistemas de recirculación; la utilización de agua de las bocas de riego e hidrantes sin autorización expresa y por escrito de la entidad suministradora o el Ayuntamiento, salvo en caso de incendio, mientras que las fuentes para consumo humano se destinarán exclusivamente a este uso y quedará restringido cualquier otro. Asimismo, la Policía Local podrá realizar las tareas de vigilancia y control del cumplimiento de las medidas y las conductas infractoras podrán ser sancionadas con las multas correspondientes.
El baldeo también será eliminado y el Ayuntamiento va a limitar al máximo el uso de agua. El edil hizo un llamamiento a la ciudadanía «sin su colaboración expresa no va a ser posible alcanzar el 20% de ahorro que se considera necesario, ya que el consumo municipal supone el 7% del total”. Por otra parte, la ciudad contará en paralelo con un dispositivo especial que permita seguir garantizando el riego de las zonas verdes mediante seis camiones cuba, tres de 10.000 litros y otros tres de 8.000 litros.