Uno de los templos de la alta cocina de Marbella, reconocido con dos Estrellas Michelin, el restaurante Skina se trasladará este mes de junio del pequeño rincón que hasta ahora ocupaba en el casco histórico marbellí -calle Aduar- hasta la popular Milla de Oro.
Dos décadas después de su nacimiento y con una reputación más que consolidada Skina apuesta en este cambio por unas nuevas instalaciones que destacan por su amplitud, hay que recordar que el local anterior solo admitía la posibilidad de diez comensales.
La nueva ubicación en la Avenida Cánovas del Castillo 7 dispondrá de espacio para 18 personas y un privado para 12.
El restaurante constará además con diferentes espacios tanto en el interior como en el exterior. El cliente sabrá que está ante una experiencia absolutamente revolucionaria desde el momento en el que cruce la puerta y sea bienvenido en la bodega, donde tendrá lugar el primer pase. El segundo, snacks, sucederá en una mesa central, en la cocina, y en el salón, continuará la experiencia del menú propiamente dicho.
El responsable de Skina, Marcos Granda, ha creado también un área consagrada al I+D del grupo con una bodega en la que tendrán lugar experiencias todavía más cualitativas. Además, habrá un champagne bar para 29 personas.
La cocina Skina es un homenaje a la multicultural, vibrante y muy creativa tradición gastronómica del Sur de España. Esencia que seguirá manteniendo en su nuevo emplazamiento con una cocina basada en el recetario tradicional siempre con la técnica y creatividad del equipo de cocina, con el mejor producto y con la mirada puesta en una experiencia altamente cualitativa no solo para el paladar, sino para todos los sentidos.
Su equipo continúa con Jesús Urda, en sala desde hace más de una década, y Mario Cachinero, jefe de cocina desde hace siete años. Cachinero contribuyó no solo a revalidar la primera estrella, obtenida en diciembre de 2008, sino también a alcanzar, 11 años después, la segunda, en 2019, y conservar ambas.