Los sueños se hacen realidad. José González está viviendo el suyo, en Japón, como preparador físico en un equipo profesional de la liga japonesa. Nunca esperaría que está oportunidad llegase desde la otra punta del mundo, pero su alma aventurera no pudo evitar aceptar el reto y emprender esta aventura.
Todo comenzó en Manilva, cuando apenas era un niño, iniciando sus pasos en el baloncesto “un grupo de padres y unos pocos niños que deciden inclinarse por un deporte distinto a lo que había en aquellos años en el pueblo” para José era un momento en el que “disfrutaba jugando con mis amigos, viajando, y aquí es donde empecé a tomar contacto con esos valores que tiene el deporte”. Desde esta etapa se enamoró del baloncesto que, sin él esperarlo, le llevaría a donde está hoy, “toda la pasión que tengo por el baloncesto comenzó en el CD Manilva Basket”.
En aquel momento los jóvenes podían jugar con el club hasta los 18 años, coincidiendo con el último año de bachillerato y con el inicio de la etapa universitaria. En este año se ha creado el primer equipo senior en el municipio, una oportunidad para todos aquellos chicos que siguieron jugando por su cuenta y que pueden volver a hacerlo con su equipo de siempre “al final, ahora, es muy fácil consumir deporte audiovisualmente, pero es verdad que nunca va a ser lo mismo que verlo en directo, que seguirlo en tu pueblo y por supuesto que defender tu equipo. Lo hace muy especial”. Esta nueva etapa para el club también es importante para los niños que pueden tener referentes “tener un espejo donde poder mirarse y aprender, puede ser algo muy bonito tanto para ellos como para los que inspiran a estos niños”.
Todo esta aventura comenzó cuando se enteró de que el equipo donde está actualmente buscaban a un preparador físico y pensó “vale, escucho lo que tengan que decir ¿Quién sabe qué puede ocurrir?”. Durante el proceso de selección hubo un punto en el que ya se hacía bastante palpable la posibilidad de que se hiciese realidad y en ese momento “me avivó la curiosidad y fue el empujón que necesitaba para dar el paso”.
La trayectoria de José ha sido intensa, siempre muy enfocada en su pasión, el deporte, y en sus ganas por explorar nuevos lugares. Antes de emprender su camino a Japón ha vivido en otras partes del mundo como Inglaterra y Estados Unidos “me gusta mucho salir, aunque me encanta volver”. Cuando llegó a este país se sorprendió “he vivido en otros lugares, pero llegar aquí fue un choque cultural importante. Creo que lo que más me llamó la atención fue la manera que tienen de relacionarse los japoneses por su hospitalidad y educación. En muchos casos son tan correctos que es complicado entenderlo”
En la liga japonesa hay tres divisiones, pero está muy igualado el nivel de los jugadores “a priori, mi equipo está en la división tres, que sería el peor nivel, pero a nivel de organización, infraestructura, mantenimiento…. Tiene todas las condiciones de un equipo profesional”. José hace una comparativa de la liga de baloncesto española “mi equipo estaría entre la segunda y la tercera división, pero aquí está todo muy profesionalizado”
Una de las tareas más apasionantes que tiene es la de comunicarse ya que no todos los jugadores hablan inglés, pero “en la pista todos hablamos el mismo idioma”, un idioma que entiende a la perfección por todos esos años que él estuvo jugando.
La vocación por el deporte mezclada con el amor que siente por el baloncesto ha convertido esta oportunidad de trabajo en un sueño cumplido donde siente que puede crecer profesionalmente “al principio mi idea, era venir una temporada y vivir la experiencia al máximo. Ahora probando la liga y viendo lo como es de profesional estoy abierto a la posibilidad de quedarme otro año”.
José lleva un mes viviendo en el continente asiático “es fascinante y retante porque incluso comprar un detergente es una aventura, no sabes lo que te puedes encontrar”. Un destino donde todo es diferente, en el que esa curiosidad que le caracteriza hace que “a veces, me abruma pensar que sólo tengo 9 meses y no voy a tener tiempo de hacer todo lo que quiero hacer”
Una parte de él siempre piensa en volver, en volver a ese lugar que es hogar, “lo que más echo de menos es estar con mi gente allí, disfrutando de las cosas simples que tiene la vida pero que son perfectas por la compañía. El sentirme en casa para mi es especial” y José tiene claro que por muchos lugares donde viva “mi futuro está allí”.