Hace unos días el alcalde de Manilva, Mario Jiménez, daba a conocer el boceto del nuevo retablo de la iglesia de Santa Ana en Manilva.
Se trata de un retablo de composición clásica con toque de ornamentación barroco, con unas medidas totales de 12.5 m por 8.40 m. Estructuralmente está dividido en tres calles en sentido vertical y cuatro cuerpos en sentido horizontal.
El cuerpo inferior o basamento es la zona más sobria del retablo y es donde se ubican el pedestal para el Sagrario y las puertas de entrada a la Sacristía. Sobre este va la predela, con una gran ornamentación y es la que da sustento al cuerpo principal, el cual lleva en su centro la imagen de Santa Ana y otras dos imágenes en las calles laterales flanqueadas las tres por seis columnas de 350 cm de altura y un cornisamento sobre estas, propio del estilo al que corresponden.
El cuerpo superior o ático lleva en su calle central un calvario con cuatro columnas de 250 cm y unos ángeles custodios a los lados, todo ello coronado por un frontón curvo con el Espíritu Santo.
Todo el trabajo será realizado en madera pudiendo variar el tipo dependiendo de su ubicación. De esta manera, todo lo que son estructuras, bastidores y demás zonas portantes se harán en pino del país que viene siendo la madera utilizada en el 90% de los retablos antiguos. En lo que se refiere a las tallas y ornamentación se usará el tilo o ayous dependiendo el volumen y delicadeza de los mismos. La policromía será la clásica de este tipo de trabajos, siendo las molduras y tallas doradas con lámina de pan de oro y las partes planas en unos tonos marmolados.
Las buenas relaciones con el obispado, en este caso, y con las distintas instituciones supramunicipales, permiten que se puedan llevar a cabo proyectos tan importantes como este, según apuntó el regidor manilveño.