Tres ejemplares jóvenes de buitres leonados han sido reintroducidos este lunes en la zona de El Chorro, en el término municipal de Ardales (Málaga), después de que hayan superado satisfactoriamente un proceso de recuperación física en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de El Boticario, dependiente de la Delegación territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Málaga.
La suelta de los buitres se ha producido en el entorno del comedero de aves carroñeras existente en Ardales, después de dos meses de recuperación en las instalaciones del CREA, según ha explicado el delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente, José Antonio Víquez.
Dos de los ejemplares ingresaron a finales de julio pasado en el CREA tras haber sido localizados en malas condiciones físicas en los municipios de Alfarnate y Benaoján. Fueron agentes de Medio Ambiente los que procedieron a su captura, recogida y posterior ingreso en el centro. El tercero lo hizo a principios de agosto pasado tras ser localizado en Ronda.
El ejemplar localizado en Alfarnate, pesaba 4,5 kilos y presentaba síntomas de cansancio, músculo pectoral con quilla pronunciada y debilidad acusada, mientras que los encontrados en Benaoján y Ronda tenían síntomas similares, con hambruna y mal de carnes.
Los buitres leonados suelen tener más de 2,5 metros de envergadura y un peso de entre seis y nueve kilos, siendo una de las aves más voluminosas de Europa y también una de las más longevas. Está especialmente adaptado para alimentarse de carroña.
El delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha ensalzado la gran labor que realizan de los miembros del CREA en la recuperación de especies dañadas, y ha destacado que en lo que llevamos de 2024 han ingresado en el centro 799 ejemplares pertenecientes a la fauna autóctona malagueña, de los cuales veinte han sido buitres leonados. También ha puesto en valor el trabajado que realizan en esta materia los agentes de medio ambiente.
El objetivo primordial del CREA es la recuperación de todos estos ejemplares, que ingresan por lesiones ocasionadas por factores externos a ellos y que una vez rehabilitados son liberados en su medio natural de origen.
En el caso de los buitres leonados, en la mayoría de ocasiones los ejemplares jóvenes ingresan cansados y desfallecidos por el proceso migratorio, llegando al centro con síntomas de agotamiento, hambruna e hipotermia. También pueden ingresar, aunque en menor medida, ejemplares con traumatismos severos ocasionados por colisiones con obstáculos de origen desconocido en la mayoría de los casos.
Red de comederos de aves carroñeras
La provincia de Málaga cuenta con un grupo de especies de fauna silvestre de gran importancia desde el punto de vista del equilibrio ecológico del medio natural por ser punta de la cadena trófica, como son las aves carroñeras (alimoche, buitre negro, buitre leonado y quebrantahuesos), catalogadas en distintos grados de amenaza y que encuentran en nuestra Comunidad refugio, alimento, zonas de nidificación y sustento en sus rutas migratorias
Por ello, la provincia malagueña dispone de cuatro comederos para alimentar a estas especies: Casares, El Chorro y El Hondón y uno nuevo construido por la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente específicamente destinado a la recuperación de las poblaciones de alimoche en la comarca del Guadalteba, ‘El Cerro del Búho’, por ser una de las zonas con presencia actual y que más parejas de esta especie albergó en el pasado.
Gracias al apoyo a la alimentación en estos cuatro muladares, la población de alimoche en la provincia de Málaga, que estuvo extinta durante unos pocos años, ha vuelto a asentarse, y se ha confirmado así la cría de dos parejas en estos últimos años.
Otra de las ventajas del mantenimiento de los comederos es servir de plataforma para la incorporación de ejemplares de especies de aves carroñeras recuperadas en los CREA, aumentando así la posibilidad de éxito. Además, estos comederos evitan en cierta manera la necesidad de que las aves tengan que buscar alimento en otros sitios, con lo que se disminuye la posibilidad de sufrir riesgo de envenenamiento.
Asimismo, un grupo de investigadores de la Facultad de Biología de la Universidad de Málaga (UMA) detectó la presencia de un ejemplar hembra adulta de buitre moteado o de Rüppell, que es el primero de su especie que se ha asentado a vivir de forma permanente en El Chorro, donde ya ha criado. El ejemplar fue capturado y liberado posteriormente pero equipada con un emisor GPS de última generación para seguir sus movimientos.
El avance es importante, puesto que la hipótesis es que esta especie africana, en peligro crítico de extinción, ha comenzado la mudanza a Málaga, donde el cambio climático ha generado las condiciones propicias para establecerse y reproducirse. Esta hembra adulta ha estado acompañada por otros congéneres de su especie en la zona.