Un hito a nivel mundial. Un grupo de investigadores de la Universidad Pública de Navarra han logrado obtener electricidad de un volcán aprovechando el calor del subsuelo. Así, los investigadores lograron proporcionar energía de forma continua a dispositivos utilizados para vigilar la actividad volcánica.
El experimento se ha realizado en la Isla Decepción, uno de los volcanes activos ubicado en la Antártida. La tecnología empleada supone un avance para monitorizar en tiempo real fenómenos geológicos y volcánicos. Basada en módulos termoeléctricos de efecto Seebeck, se aprovecha la diferencia de temperatura que existe entre el calor de las fumarolas y el frío aire de la Antártida.
Desde el grupo de investigadores se ha asegurado que la estimación indica a que «el 10% de la población mundial vive a menos de 100km de distancia de un volcán activo». Es por ello que este estudio supone «importantes avances» para conocer mejor estos fenómenos y poder predecir una posible erupción, reduciendo así el potencial impacto sobre la población.