Un enorme cuerno que sale hacia fuera del edificio, una oliva o una terraza en voladizo sustentada por tres cadenas de barco y con vistas a la sierra son algunos elementos singulares de la almazara de autor del arquitecto y diseñador francés Philippe Starck, que ya luce en la turística ciudad malagueña de Ronda.
Presentada como la primera almazara de autor en el mundo, llega inspirada en el modelo turístico de las bodegas de autor de Rioja, que contrataron a grandes arquitectos para ofrecer un elemento cultural y arquitectónico adicional al mundo del vino, como la de Marqués de Riscal, diseñada por el arquitecto Frank Gehry, una práctica que se traspasa ahora al ámbito del aceite para poner en valor este producto.
Fusionando tradición, modernidad y gastronomía, ha sido concebida para destacar la cultura e historia de uno de los productos emblemáticos de la gastronomía española: el aceite de oliva.
El director de la empresa La Almazara LA Organic, Santiago Muguiro, anuncia la inauguración de este vanguardista edificio para el próximo otoño, a finales de octubre o principios de noviembre, ya que, aunque está casi terminada, restan algunos detalles.
Actualmente se encuentra en una fase que denominan de preapertura, con visitas guiadas que acaban de empezar con aforos limitados y que se pueden reservar a través de su página web; prevén ya en 2025 en torno a 60.000 o 70.000 visitantes y posteriormente cifras mayores.
Se engloba en una inversión de 22 millones de euros que incluye las fincas de alrededor (28 hectáreas a dos kilómetros del centro de la ciudad de Ronda) y varios inmuebles, entre ellos un hotel y la propia almazara de autor, esta cifrada en 10 millones.
Sus elementos exteriores singulares son en acero corten, una aleación de acero con cobre, níquel, cromo y fósforo de alta resistencia a la corrosión y a la intemperie, como el llamativo cuerno, que es de grandes dimensiones y se erige en la parte superior y sobre la terraza.
Hay una oliva en la cara sur del edificio; una terraza en voladizo; un ojo en la fachada norte; una entrada con una fuente y un busto, que es una obra de Starck, en el acceso -ubicado en la parte este-; una cinta transportadora de aceituna a través de una pasarela y un tubo de lluvia que cae -mediante un circuito de agua- en el busto que está en un estanque.
Los primeros visitantes recorren, en la primera planta del edificio, un museo del aceite y del olivo en el que se ve todo el proceso productivo desde que la aceituna llega limpia a la almazara hasta que se envasa, espacio que contiene guiños a la cultura rondeña, ciudad donde se enclava, como cuadros dedicados a personajes de Ronda.