Abrió sus puertas en la década de los ochenta en pleno centro de Fuengirola. Entonces era un edificio grande y moderno que aspiraba a convertirse en el corazón comercial de la ciudad. Sin embargo, los años pasaron y aquel edificio emblemático, el famoso Mercacentro, quedó obsoleto, algunos de sus puestos cerraron por falta de compradores, la demanda de un nuevo mercado a la altura de un nuevo siglo era clamorosa. Hasta que hace cuatro años el Ayuntamiento tomó la decisión y, con el acuerdo de los comerciantes, anunció un nuevo proyecto de mercado: más moderno, luminoso, sostenible. Un edificio de 11 mil metros cuadrados en madera CLT con capacidad para comercios, terrazas, gastrobares. Una reforma -valorada en 12,8 millones de euros- de tal envergadura que obligará a echar abajo el viejo mercado y a cerrar su actividad durante 18 meses. Hoy sus habitantes, comerciantes de toda la vida, viven los últimos días, las últimas compras antes del cierre previsto para el próximo 5 de enero.
Lejos de la nostalgia, la mayoría de los pequeños comerciantes aguardan la reforma esperanzados ante un cambio, para ellos, imprescindible. «A este mercado le hacía falta una buena reforma, había muchos comercios cerrados», explica a AZ Costa del Sol uno de los comerciantes. «La verdad es que es una alegría, llevábamos mucho tiempo esperándolo. Ahora ya estamos contentos», asegura igualmente la propietaria de otro de los puestos.
«Han sido muchos años luchando por esto, el mercado estaba un poco anticuado, hacía falta un cambio de aire», reconoce del mismo modo otro de los habitantes del mercado. Y no son los únicos. Los clientes de toda la vida comparten la misma reflexión: «Hacía mucha falta -asegura una vecina-, que lo hagan mas modernito».
La pregunta ahora es: mientras duran las obras ¿qué harán los responsables de estos puestos? De momento se plantean varias alternativas. Muchos de ellos ya tienen un local previsto para trasladar allí su comercio mientras dure la reforma.
«Nosotros hemos tenido un poco de suerte porque cerca de aquí hay un local que es carnicería y nos lo han cedido, vamos a estar allí el tiempo que dure esto», explica a AZ una de las comerciantes. «Cada uno se ha tenido que buscar la vida un poquito, nosotros nos vamos a ubicar en un local en la plaza de la Hispanidad», añade un compañero. «Me voy a otro local -dice un tercero-, las clientas lo han aceptado también, hay que hacer algo para poder construir otro de nuevo».
Aquellos que no se trasladen, solicitarán el cese temporal de la actividad, como hará el propietario del actual bar del Mercacentro. Otros directamente aprovecharán para hacer el cierre definitivo, se jubilarán.
Sea como sea su futuro inmediato, todos ellos apuran estos días con las compras navideñas los últimos latidos del viejo Mercacentro que en 2025 renacerá con la ilusión de volver a conquistar el interés de los vecinos de Fuengirola.