La Academia Gastronómica de Málaga celebró anoche en el Hotel Miramar una nueva edición de sus premios anuales, entre los que se encuentran varios reconocimientos para la Costa del Sol.
El más destacado fue el Premio Antonio García del Valle al Mejor Merendero-Chiringuito para el chirinuito Oasis de Fuengirola. Situado en el Paseo Marítimo Rey de España 132, este local nació en 1980 bajo la ilusión de la familia González Salguero. Desde entonces se ha convertido en sinónimo de calidad, logrando situarse entre los mejores restaurantes de la Costa del Sol.
La Academia malagueña también ha puesto este año sus ojos en Marbella, concretamente en el jefe de sala Marcos Granda, conocido por su trabajo en los restaurantes marbellíes Skina, con dos Estrellas Michelin, y Nintai, que cuenta con una. Él ha recibido el Premio Rudolf Graf von Schönburg a la Mejor Sala.
Entre los premiados de la gala de anoche destaca también en la Costa del Sol el Premio Antonio Espinosa a una Vida dedicada al turismo entregado a la empresa de catering Doña Francisquita instalada desde hace treinta años en Torremolinos.
El resto de de premiados por la Academia fueron el Restaurante Promesa en Málaga capital, el chef del restaurante Beluga -Diego René- también en Málaga, el restaurante La Huerta en Casabermeja y el grupo Sancho Melero de Antequera.
Tras la entrega de premios la Academia Gastronómica de Málaga otorgó también un reconocimiento especial al chef David Olivas por su gestión al frente del restaurante Back, en Marbella, que este año ha obtenido su primera Estrella Michelín.