La librerías son espacios familiares que esconden historias, aventuras, amores y secretos. Al entrar en ellas la sensación es de habernos colado en el salón de casa de alguien. Se habla de libros, se entiende de libros y se vive a través de libros. Algo así fue lo que sintieron Ulla Ljungstrom y su marido cuando decidieron montar Teseo, una de las pocas librerías que ha conseguido mantenerse en el tiempo en Fuengirola. Fue hace 30 años. La pareja se había quedado sin trabajo y decidieron hacer de su pasión a la lectura su lugar de trabajo.
Avenida Juan Gómez Juanito, número 15, año 1993. Teseo abre sus puertas convirtiéndose en una de las primeras librerías de Fuengirola y de las pocas que, hasta el día de hoy, ha logrado sobrevivir. Los comienzos no fueron fáciles. La incertidumbre era camuflada por la ilusión de la pareja por hacer de su negocio un lugar cercano para el fuengiroleño: «Montar este negocio fue algo que nos salió natural, los dos éramos amantes de la lectura y era todo un sueño», explica Ulla en una entrevista a AZ Costa del Sol.
De carácter generalista, comenzó a ofrecer libros que ellos mismos elegían. Poco a poco, la librería fue creciendo, ampliaron personal y cada vez era un lugar más reconocido para todo aquel que paseaba por Fuengirola. A diferencia de otras librerías que no conseguían mantener su negocio, TESEO tenía algo que conseguía mantenerse viva.
Incluso en uno de los peores momentos, la pandemia: «Fue un momento difícil, tuvimos un gran bajón, pero no dejamos de trabajar», explica. Un momento que supo emplear y sacar partido para formar a la plantilla: «Hicimos cursillos sobre diferentes temas para aprovechar el tiempo y hacer que la plantilla estuviese más cualificada». Aunque las trabajadoras estuvieron más de un mes paradas, Ulla siguió trabajando a puerta cerrada haciendo envíos de libros.
Un trabajo que Ulla jamás cambiaría ya que es mucho lo que le aporta. No obstante, reconoce «todo el trabajo que hay detrás» fuera del romanticismo que supone tener una librería. No se trata solo de vender o recomendar libros, hay almacenes, despachos y muchas cifras que gestionar. Aún más si se trata de un negocio particular, no gestionado por franquicias ni grandes empresas: «A mi me gusta trabajar así, ser yo quien elige los libros, quien habla con las editoriales, las distribuidoras y nuestros clientes; no concibo otra forma de tener una librería que no sea esta», explica.
Esta forma de llevar el negocio es lo que Ulla considera que distingue TESEO del resto de librerías. El trato es cercano, directo y se conoce al cliente: «Lo que más nos caracteriza es el trato y la selección de libros, después de tantos años una va teniendo mejor olfato para saber qué es buena calidad y mantener una libreria que esté viva», explica con alegría.
Una distinción que ha llevado a TESEO a estar seleccionada durante muchos años entre una de las mejores librerías de toda España. Y es que la librería se ha transformado en todo un universo que ofrece multitud de actividades: «Hacemos de todo, desde presentaciones, firmas, cuenta cuentos o exposiciones hasta realizar un reportaje de boda». Y no solo eso. Los pasillos de TESEO también han presenciado el cumpleaños de una niña de Fuengirola que eligió a su librería favorita para soplar las velas.
Treinta años en los que TESEO se ha convertido en todo un emblema de Fuengirola siendo un espacio para evadirse, encontrarse, intercambiar intercambiar reflexiones literarias o transportarse a otras épocas: «Lo que más me gusta es ver un viernes por la tarde como jóvenes y mayores llenan nuestra librería y comparten momentos juntos a través de la lectura».