A Isa le propusieron matrimonio el año pasado pero lo que empezó como una ilusión ha acabado convirtiéndose en un auténtico quebradero de cabeza. Desde principios del mes de enero lleva esta vecina de Estepona intentando pedir cita en el Registro Civil para iniciar el expediente matrimonial pero hasta ahora ha sido misión imposible.
Desde el pasado octubre la única opción para solicitar cita es a través de Internet, a través del Portal Adriano pero éste lleva con toda la agenda bloqueada desde entonces. Basta con entrar en la página para comprobar como todas las fechas de aquí a finales de febrero están ocupadas. Lo mismo ocurre en el mes de marzo o abril: «no hay hueco disponible», indica el portal.
«He intentado llamar por teléfono y no funciona, me he presentado varias veces en el Registro Civil pero me dicen que sin cita no me atienden, así llevo desde enero», denuncia Isa. Ella, que ya tiene cerrados todos los preparativos para casarse el próximo julio, ahora contempla impotente como pasan los días y sigue sin poder resolver el trámite más importante.
«Estamos desesperados, hemos puesto varias reclamaciones ante el Juzgado de Instrucción número 5 de Estepona, hemos escrito al Ayuntamiento pero nos dicen que no es un problema de su competencia. Alguien tiene que resolver esto, es un asunto de atención al ciudadano».
El caso de Isa no es el único. Ella misma cuenta cómo, a raiz de dar a conocer su caso en redes sociales, más vecinos han compartido con ella una experiencia similar. Algunos llevan esperando desde hace tres meses, ya sea para iniciar un trámite matrimonial o inscribir a un recién nacido.
La causa de este bloqueo en el Registro Civil de Estepona es, según confirman fuentes cercanas a AZ Costa del Sol, tanto la falta de personal, como los fallos informáticos que aún presenta el nuevo sistema de citas online. Los afectados critican que sea Internet la única vía disponible para acceder a la administración. Un procedimiento obligatorio que impuso la Junta de Andalucía a finales de 2021 en 24 registros civiles -incluído el de Estepona-, supuestamente para evitar aglomeraciones en las oficinas.