Agentes del Equipo de Delincuencia Organizada Antidroga de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Algeciras (Cádiz) han culminado una operación en la que se ha logrado desmantelar una importante organización criminal que se dedicaba a introducir grandes cantidades de hachís procedente de Marruecos a través de las costas de andaluzas. En total han ingresando en prisión los nueve presuntos miembros que ocupaban los puestos de mayor responsabilidad dentro de la estructura criminal.
Según ha explicado la Guardia Civil en una nota, la operación, que ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción número 5 de Algeciras y coordinada por la Fiscalía Antidroga del Campo de Gibraltar, finalizó el 4 de mayo con la realización de 13 registros domiciliarios en las provincias de Cádiz y Málaga, y la detención de los principales dirigentes de la organización, en un dispositivo que contó con la participación de más de 200 agentes pertenecientes a las Comandancias de Algeciras y Málaga, OCON SUR y GAR.
En el transcurso de la operación, se ha conseguido vincular a 38 miembros activos de la organización criminal, ingresando en prisión los nueve miembros que ocupaban los puestos de mayor responsabilidad dentro de la estructura criminal. Asimismo, se han aprehendido tres toneladas de hachís y se han intervenido cuatro embarcaciones de alta velocidad.
Además, se ha podido relacionar a la organización criminal con varios alijos y botaduras de embarcaciones frustradas en las provincias de Cádiz, Sevilla, Málaga y Granada. Finalmente, el pasado 9 de abril tuvo lugar una actuación definitiva, cuando unidades de la Guardia Civil de Algeciras y Málaga junto con OCON-SUR interceptaron un alijo en Estepona, donde se detuvieron a dos personas y se aprehendió tres toneladas de hachís.
La Guardia Civil ha destacado que los criminales habían desarrollado una estructura muy compleja para llevar a cabo su actividad ilícita en puntos muy diversos de la geografía española. El objetivo de esta deslocalización de las actividades era dificultar al máximo posible las labores de investigación, evidenciando la preocupación de los criminales ante la presión policial y judicial sufrida en los últimos años en la zona del Campo de Gibraltar.
Durante la investigación se han podido localizar varias guarderías que usaban para la ocultación de las embarcaciones de alta velocidad en Valladolid, las cuales eran botadas posteriormente por diferentes puntos que podían variar desde localidades de la provincia de Granada, hasta diferentes puntos de botadura localizados en la desembocadura del Río Ebro.
Actualmente, las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de hachís en esta zona se han visto obligadas a trasladar sus operaciones a cientos de kilómetros de distancia, cuando hace apenas un lustro las hacían íntegramente en el Campo de Gibraltar. Por ello, ha sido decisivo el apoyo de las unidades de investigación de Guardia Civil en todas estas provincias.