Primero fueron los parques, las piscinas comunitarias, las fuentes ornamentales. Ahora serán los grifos de casa los que comiencen a sufrir los efectos más inmediatos de la sequía. Sin lluvias suficientes a la vista, la Costa del Sol afronta un 2024 en el que el agua -más bien la falta de ella- constituirá la principal preocupación.
Algunos municipios comienzan a adoptar ya las primeras restricciones al consumo doméstico, en este caso a través de la bajada de presión.
El primero en anunciarlo fue Benalmádena. A finales de diciembre, la Empresa Municipal de agua, Emabesa, tomó la decisión de reducir la presión en zonas altas de la localidad con el objetivo de preservar los recursos y evitar cortes de suministro más drásticos a corto plazo. Hasta ahora los vecinos afectados viven en las zonas: Benamaina Norte, Capellanía, Carretera Costa del Sol, Doña María, El Carmen, La Hacienda, La Vista, Parte Norte del Higuerón, Puerto Marina, Rancho Domingo, Retamar, Rocas Blancas, San Fernando, Santa Ana, Sierrezuela, Torremuelle, Veracruz y zona de Santa Matilde.
El segundo municipio en sumarse a esta medida es Fuengirola que desde la noche del lunes 15 bajará la presión en tramo nocturno desde las 00:00 a las 7:00 horas todos los días de la semana, salvo los sábados.
La empresa que gestiona el suministro de agua en Fuengirola, Gestagua, mantendrá estas restricciones de manera indefinida. Una medida que afectará especialmente a los hogares y locales comerciales que carecen de aljibe, así como aquellas viviendas situadas en zonas altas de la ciudad. En estos casos, prácticamente no habrá suministro durante los tramos nocturnos.
De momento, Benalmádena y Fuengirola son los primeros de los once municipios de la Costa del Sol que repercuten directamente en el consumo doméstico los efectos de la sequía a través de una reducción de presión que podría llegar a ahorrar -según algunos estudios- hasta un 7,6% de agua.
Durante los últimos meses, la comarca ha conseguido cumplir el objetivo impuesto por la Junta de Andalucía de reducir un 20% el consumo por la situación de grave escasez, aunque seguramente esto no será suficiente. Como ya ha avanzado Acosol, es posible que las exigencias a corto plazo suban. Se espera que la Junta apruebe este mes de enero un nuevo decreto ante la persistente falta de precipitaciones.