Hace unas semanas, Bioparc Fuengirola anunciaba la nidificación y puesta de más de una decena de huevos por parte de los flamencos rosa y enanos que alberga. Un proceso que ha durado varias semanas y que ha sido posible gracias al equipo de Zoología, quien asume la labor de acondicionamiento de la playa en la que habitan para simular un cenagal de agua salobre.
Pues bien, un mes después de las primeras puestas, los polluelos de flamencos han comenzado a salir de sus cascarones. De momento, ya son cuatro los que han aparecido entre los plumajes de los progenitores con un plumón grisáceo que nada tiene que ver con el característico color rosa de los adultos.
El proceso de eclosión de los huevos ha durado unos 48 horas, los polluelos fueron picando la cáscara poco a poco hasta salir fuera, un proceso que a menudo les deja extenuados. “Los polluelos salen del cascarón débiles y esto les hace consumir rápidamente el vitelo, ingiriendo los nutrientes que necesitan en esos casi dos días de eclosión”, explica Antonio Garrucho, responsable de Zoología y coordinador de aves de Bioparc Fuengirola.
Con un plumón grisáceo, los polluelos de flamenco nacen midiendo unos 20 centímetros de altura, un tamaño que en menos de un mes llegará al metro. El plumaje grisáceo de los pequeños e no alcanzará el característico tono rosa de los adultos hasta que cumplan cuatro o cinco años. La hembra suele tener un tamaño menor que los machos, aunque no es un aspecto determinante. El único método seguro para saber el sexo de cada uno es el análisis del ADN.
Si todo va bien, Bioparc Fuengirola verá nacer nuevos polluelos de flamenco a comienzos del mes de julio. Durante estas semanas, el equipo de veterinarios y cuidadores también espera que la incubación del flamenco enano haya sido exitosa.