En los últimos meses distintos municipios de la Costa del Sol y la ciudad de Málaga han sido testigos de un fenómeno cada vez más común: la presencia de jabalíes en áreas urbanas. Estos animales silvestres, que tradicionalmente habitan en entornos forestales, han comenzado a acercarse peligrosamente a zonas residenciales y comerciales en busca de alimento y agua.
Desde AZ contactamos con Miguel Ángel Farfán, especialista en biología animal y profesor y miembro del Grupo de Investigación Biogeografía, Diversidad y Conservación en la Universidad de Málaga, para abarcar esta posible problemática desde una opinión experta. Una situación que Miguel Ángel explica haber surgido a raíz de varios factores: en primer lugar, que el jabalí es un animal con una alta capacidad de reproducción; además, que no cuenta con depredadores directos en la nuestra provincia y, por último, que en las áreas urbanas encuentra un fácil acceso a alimentos. “Siempre que no les falte ni alento ni agua, la población de jabalíes va a crecer”, añade.
Por otra parte, el experto explica que el jabalí es un animal que en su entorno natural está amenazado por la caza y que en la ciudad ha encontrado un lugar donde protegerse. “El animal se da cuenta de que en los entorno urbanos no están sometidos a la presión de la caza y es un factor más que provoca su presencia en la ciudad”.
Esta problemática ha generado distintas opiniones entre los vecinos y ha llevado a las autoridades de los distintos ayuntamientos a tomar medidas para controlar su proliferación. Entre ellos, el Ayuntamiento de Málaga, ha puesto en marcha iniciativas como la instalación de abrevaderos en áreas forestales busca reducir el acceso de los jabalíes a las ciudades al proporcionarles agua en su hábitat natural, o un plan de control poblacional que incluye el uso de dardos narcotizantes para capturar y aplicar la eutanasia de manera controlada. Por otro lado, el Ayuntamiento de Mijas ha decidido imponer multas de hasta 750€ a los ciudadanos que den de comer a esta especie. Unas medidas que Miguel afirma que son “puntuales” y que no solucionarán de forma efectiva el problema de base. “Si realmente queremos acabar con la presencia de jabalíes en la Costa del Sol debemos hacerlo actuando a escalas geográficas amplias y durante un largo tiempo que permite resultados efectivos”.
Este avistamiento ha pasado de ser un hecho aislado a convertirse en una escena recurrente. Recientemente, un grupo de estos animales irrumpió en el centro comercial Miramar de Fuengirola, sorprendiendo a clientes y comerciantes. El experto cuenta que aunque se trate de “una imagen tierna” debido a la presencia de las crías con su madre y que, en la mayoría de los casos, no representan una amenaza directa para las personas, la situación puede “revestirse” y “generar situaciones de riesgo si se sienten acorralados”.
La clave no está únicamente en la reducción de la población de jabalíes, sino en la concienciación ciudadana. Farfán afirma que “alimentar a estos animales solo fomenta su presencia en áreas urbanas”, por lo que la colaboración de la población es esencial para evitar que la situación se agrave. Mientras las autoridades continúan implementando estrategias de control, los malagueños deberán acostumbrarse a convivir con estos visitantes inesperados.
El reto radica en encontrar un equilibrio entre la protección de la fauna silvestre y la seguridad ciudadana. Por ahora, la recomendación principal de Miguel Ángel es “mantener la prudencia, no poner a los jabalíes en situaciones comprometidas y en cuanto al tema de alimentación, por supuesto, no darles de comer”, concluye el experto.