En el momento actual los diversos centros hospitalarios de la capital viven situaciones extraordinarias que vienen a complicar más si cabe la habitual
carencia de recursos humanos que suele darse en los periodos estivales.
A la gran sobrecarga asistencial ligada a la pandemia, cuyo repunte se está produciendo precisamente estos días en Málaga, la realidad empieza a ser dramática por la explosión de contagios e ingresos en los hospitales, lo que está obligando a una escalada progresiva dentro del plan de contingencia, explican desde el Sindicato Médico de Málaga.
Todo ello se está traduciendo en cierres de quirófanos no oncológicos y en un nuevo desalojo de algunas plantas de especialidades para dedicarlas a pacientes con coronavirus, e incluso para habilitar en unidades de reanimación camas para enfermos Covid y plantas de hospitalización como unidades de cuidados respiratorios intermedios (UCRIs), que está provocando el agotamiento físico y psicológico de los facultativos. A esto hay que sumar la particularidad de estar en pleno periodo vacacional con facultativos que deben
iniciar sus merecidas vacaciones sin que exista un relevo adecuado en las bolsas de empleo.
«Pero en Málaga no solo contamos con la mayor incidencia acumulada de Andalucía, la mayor población flotante de la región, el mayor número de brotes y un gran índice de ingresos. Además de todo esto, tanto el Hospital Regional como el Hospital Virgen de la Victoria deben cubrir las necesidades asistenciales de otros centros, como los hospitales comarcales de la Axarquía, de Antequera o el de la Serranía, e incluso de alguno de fuera de nuestra provincia, como es el caso del Hospital Comarcal Infanta Margarita, de Cabra». «Un exceso laboral para una plantilla escasamente reforzada, cuyos profesionales de UCI realizan en torno a 6/8 guardias al mes, además de cubrir este tipo de servicios en los centros referidos. Cabe destacar que algunos de los trabajadores que acuden a realizarlas no tienen ninguna compensación ni económica ni con descansos, recayendo este trabajo mayoritariamente en los últimos facultativos contratados (a los que se les “intimida” con esta propuesta verbalmente en el momento del nombramiento y en algunos casos hasta rayar la coacción» añaden en el comunicado.
«Otras especialidades tampoco están ajenas a esta situación. Les ocurre a los Facultativos Especialistas de Área (FEA) de Oncología, que deben cubrir consultas en el Hospital de la Serranía de Ronda y Antequera, y de los FEA de Pediatría del Hospital Materno Infantil, algunos de los cuáles llevan “incluido verbalmente” en sus nombramientos eventuales la cobertura de la asistencia urgente en el Hospital de La Línea, además del desarrollo de la jornada ordinaria y complementaria habituales en el Materno Infantil». «En algunos casos, dichos nombramientos son vistos por los profesionales como la única opción para continuar con el desempeño de sus funciones en un hospital terciario. Sin embargo, este “beneficio” tiene a veces contrapartidas como la pérdida de derechos en relación con otros nombramientos formalmente idénticos a los que no se les exige la prestación de estos servicios, tanto retributivos como en régimen de descansos» concluyen en su nota.