Los ayuntamientos de la Costa del Sol sufren a diario la llegada del alga asiática (Rugulopteryx okamurae) a sus playas; una especie invasora que está ocasionando graves pérdidas económicas en la costa andaluza, tanto al sector turístico como al pesquero.
Por esta razón, la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental ha dado un paso al frente para apoyar a los municipios afectados y aliviar la carga económica que supone el tratamiento de estas algas.
“Hasta este momento, la empresa concesionaria del Complejo Ambiental Costa del Sol estaba cobrando este residuo como si fuera residuos domésticos, con un precio de 85,93 euros por tonelada, pero hemos logrado que los consideren “restos vegetales sucios”, cuyo precio de tratamiento es de 42,94 euros por tonelada, lo que supondrá un ahorro de prácticamente el 50 por ciento en el gasto que están asumiendo los ayuntamientos para deshacerse de este residuo”, ha explicado este martes el presidente de la Mancomunidad, Manuel Cardeña.
Por otro lado, Cardeña ha informado de que se va a solicitar una subvención a la Junta de Andalucía para tratar las algas que llegan al litoral como compost. Concretamente, la subvención se solicitará a través de la Resolución del 15 de marzo de 2024 de la Dirección General de Sostenibilidad Ambiental y Economía Circular que persigue alcanzar el objetivo de reducir al 10 por ciento los residuos municipales depositados en vertedero respecto a los generados, en el año 2035, y que va destinado a municipios, mancomunidades, consorcios y empresas públicas para poner en marcha proyectos de inversión en
actuaciones en materia de gestión de residuos.
El proyecto pasa por dotar al Complejo Ambiental Costa del Sol de mecanismos que permitan tratar las algas para su posterior fermentación, como ya ocurre con la fracción orgánica recogida selectivamente (FORS) y los restos vegetales de poda. Contribuyendo de esta forma a la economía circular, transformando residuos en recursos.Manuel Cardeña ha explicado que “el objetivo es tratar de forma conjunta los residuos orgánicos recogidos selectivamente, la poda y las algas para obtener un compost de calidad, que se cederá a los ayuntamientos mancomunados. Estos, a su vez, podrán utilizar
este material para el abono de zonas verdes y jardines de los municipios, alcanzado así la plena circularidad de este residuo”.
Hasta el momento cada ayuntamiento está gestionando de forma independiente la retirada de las algas de sus playas, con el consiguiente esfuerzo económico.“Vamos a convertir un problema en una oportunidad. Vamos a centralizar el tratamiento de esta especie invasora en el Complejo Ambiental y vamos a obtener un recurso natural a través de la revalorización. Es el mejor ejemplo de circularidad, pues además vamos a reducir los depósitos en vertedero de este material”, concluyó Manuel Cardeña.