Es una realidad: el cambio climático impacta directamente sobre la disponibilidad de los recursos hídricos, con episodios meteorológicos extremos (inundaciones, sequías, etc.) cada vez más frecuentes. La gestión del agua se halla en un momento crucial. Es necesario dar el impulso definitivo hacia un modelo circular que permita depender cada vez menos de la lluvia, diversificar las fuentes de abastecimiento y salvaguardar este recurso natural insustituible para la vida y el planeta.
El Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo, subraya este año, bajo el lema ‘Agua para la paz’, el papel del agua como elemento fundamental en la estabilidad y el progreso de las sociedades. Precisamente esta cooperación entre comunidades y países resulta esencial a la hora de garantizar el acceso al agua y saneamiento universal para todas las personas, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6 establecido en la Agenda 2030.
Según Naciones Unidas, en el contexto actual de crecimiento de la población y también de demanda de alimentos, se prevé un incremento de las necesidades de recursos hídricos de entre el 20% y el 30% hasta 2050. España es uno de los países donde más severamente afecta el cambio climático, siendo Andalucía, y en especial la Costa del Sol, una de las zonas más impactadas en estos momentos por la escasez hídrica.
En la provincia de Málaga, la población está en continuo aumento, sobre todo en los meses estivales, donde existen zonas que llegan hasta a cuadruplicar su número de habitantes. Así, la situación es crítica: los embalses se sitúan, de media, ligeramente por encima del 18% de su capacidad. En este contexto, las medidas para paliar las escasez se multiplican y endurecen progresivamente por toda la provincia. Por todo esto es necesario tomar acción de inmediato, con la vista puesta en dos pilares: la eficiencia, para preservar los recursos existentes, y la innovación, para encontrar fuentes de suministro alternativas.
HIDRALIA, empresa medioambiental andaluza que gestiona el ciclo integral del agua en distintos municipios de la Costa del Sol, lleva años comprometida para combatir los efectos adversos del cambio climático. La empresa ofrece soluciones innovadoras para la gestión sostenible del agua basadas en la transformación digital del servicio y la protección de los recursos naturales con la vista puesta en el desarrollo sostenible de las ciudades, de la agricultura y de la industria. Su enfoque tiene, como hoja de ruta, la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
La transformación digital juega un papel fundamental para aumentar la resiliencia de las ciudades frente a los efectos del cambio climático. Hidralia cuenta con una pieza clave en este sentido: la red Dinapsis, que tiene su centro de operaciones en la Costa del Sol y que implementa soluciones digitales de referencia para la gestión del agua y la salud ambiental de los territorios, promoviendo el desarrollo de ciudades inteligentes, resilientes y verdes y consiguiendo su transformación ecológica.
Dinapsis es un cerebro digital que proporciona una serie de soluciones mediante el uso de algoritmos inteligentes para optimizar la gestión y el mantenimiento de las infraestructuras, la conservación de los recursos hídricos mediante el control de los pozos de captación, la reducción de fugas y el control de la calidad del agua. Con esta plataforma, se puede monitorizar en tiempo real toda la red de distribución de agua, lo que permite un control exhaustivo de los consumos a través de la telelectura, una gestión centralizada del trabajo y una gestión más eficiente y sostenible de los recursos hídricos.
La plataforma, además de aportar un vector de transparencia en la gestión, ayuda a tomar decisiones rápidas en caso de imprevistos y a avanzar en el desarrollo sostenible de las localidades. Así, permite reaccionar ante las crisis climáticas de manera inmediata y coordinada para reducir la afectación a la ciudadanía, por lo que es una herramienta fundamental para mejorar la resiliencia de las ciudades ante los desafíos del cambio climático.
La búsqueda de recursos alternativos, clave de futuro
Gestionar los recursos hídricos existentes de la manera más eficiente posible es fundamental para poner freno al avance del cambio climático y paliar la sequía, pero es necesario ir un paso más allá para poder revertir la situación. En este sentido, además de apostar por la inversión en nuevas infraestructuras y en la renovación de las ya existentes, apoyándose en la colaboración público-privada, es necesario avanzar en la investigación e innovación para encontrar fuentes de suministro y recursos alternativos.
Un ejemplo de esta búsqueda de fuentes alternativas se encuentra en la recarga gestionada de acuíferos como el del Señorío de Marbella, donde Hidralia lleva casi 20 años aplicando técnicas de referencia a nivel nacional para mejorar el estrés hídrico aprovechando parte del agua del manantial de Camoján de la Sierra de Marbella. Cuando se producen situaciones de lluvias intensas el agua fluye en abundancia por el arroyo, lo que permite inyectarla de forma directa en el acuífero y almacenar el excedente superficial para, en épocas de mayor demanda como puede ser el verano, poder extraerla de forma sostenible. De esta forma, se mejora la calidad del agua del acuífero, creando también una barrera hidráulica frente a la intrusión salina y bajando de paso la salinidad de los pozos municipales.
Por otra parte, desde Cetaqua Andalucía se trabaja en colaboración con diversas entidades para la mejora de la calidad y cantidad de las aguas subterráneas. Ejemplo de ello son los proyectos MAR2Protect y MARCLAIMED. En MAR2Protect, cuyo caso de estudio se encuentra en Marbella, se trabaja, de la mano de Hidralia, para prevenir la contaminación de las aguas subterráneas mediante un enfoque holístico basado en la recarga gestionada de los acuíferos.
Además, el proyecto MARCLAIMED, donde trabajan los centros Cetaqua de Andalucía y Barcelona, busca conseguir una herramienta integrada de apoyo a la toma de decisiones para la aplicación confiable y asequible de la recarga gestionada de acuíferos con recursos hídricos alternativos en planes de gestión de cuencas fluviales y sequías.