La Sección Novena de la Audiencia de Málaga tiene previsto iniciar este lunes el juicio al acusado por el incendio de la Costa del Sol, ocurrido en agosto de 2012, que calcinó más de 8.500 hectáreas en varias localidades y a causa del cual fallecieron dos personas y otras cuatro resultaron heridas.
En total, por el momento se han fijado unas 26 sesiones para la vista oral, comenzando este lunes, 30 de enero, y extendiéndose a lo largo de los meses de febrero, marzo, abril y mayo, con la previsión de terminar en junio.
La Fiscalía de Málaga solicita siete años y medio de prisión para el acusado del incendio que causó daños en viviendas e instalaciones de 347 personas o entidades. Se le acusa de un delito de incendio forestal por imprudencia con peligro para la vida, en concurso con dos de homicidio por imprudencia y uno de lesiones.
Según el escrito inicial presentado por el fiscal de Medio Ambiente, el procesado desempeñaba labores de mantenimiento y cuidado de una vivienda ubicada en el paraje conocido como Barranco Blanco de Coín, desde donde el fuego se extendió a los municipios de Mijas, Marbella, Alhaurín el Grande, Ojén y Monda.
La finca era propiedad de un ciudadano belga que no residía de forma permanente en el lugar y con el que tenía un acuerdo verbal para dicha tareas. El día del incendio la temperatura ambiente era de 37,6 grados, con una humedad relativa del aire de 18,1% y un viento de nueve kilómetros por ahora, «que en la hora siguiente ofrecería rachas máximas de hasta 34 kilómetros por hora con direcciones cambiantes», según las conclusiones provisionales.
La probabilidad de ignición era del 80% y por tanto había «un índice de peligro de incendios de alarma extrema –peligro extremo–«. El acusado fue a realizar sus obligaciones, estando el dueño en su país, y antes de las 18.50 horas, con estas condiciones climatológicas, «de manera absolutamente irresponsable», encendió una hoguera para quema de poda de vegetación de jardinería.
Según el escrito de esta acusación, el procesado llevó a cabo esta acción supuestamente «careciendo de autorización administrativa para ello, incumpliendo normativas», como la de prevención de incendios forestales; además de «sin adoptar las mínimas medidas de precaución adecuadas». Así, «atizó la hoguera durante la combustión y la abandonó sin apagarla».
Presuntamente, restos incandescentes entraron en contacto con pastos secos lo que provocó su ignición, tras lo que se extendió por zonas colindantes en un primer frente. Asimismo, la Fiscalía explica que la orografía del terreno y el viento «se tradujo en una propagación cambiante del fuego».
Además, la baja humedad relativa del aire, «propia del viento terral imperante», hizo que se produjeran focos secundarios por la emisión de pavesas, con lo que «el incendio avanzó a saltos y con gran rapidez», explica el fiscal, apuntando que, «impulsado por el viento del norte, el incendio llegó a unos municipios de la costa y luego a otras localidades, al cambiar de dirección.
Se produjeron desalojos de viviendas por el fuego en dos zonas de Mijas, cuatro de Marbella y la localidad de Ojén al completo. El incendio se dio por controlado dos días después, el 2 de septiembre, y por extinguido el 4; afectando a 510 hectáreas de Coín, 163 de Alhaurín el Grande, 2.379 hectáreas en Mijas, 1.900 en Marbella y 3.394 hectáreas en Ojén. En total, 8.582 hectáreas, la mayoría de suelo forestal.
Según la acusación pública, la normativa recoge que se requiere una autorización para la quema de matorral, pastos y residuos procedentes de tratamientos selvícolas u otros trabajos, así como para la quema de rastrojos o residuos en labores agrícolas que se realicen en zona de influencia forestal. Pero otro apartado prohíbe estas acciones en época de riesgo medio-alto.
En las tareas para controlar el fuego participaron policías locales de los municipios afectados, 42 técnicos, 75 agentes de medio ambiente, agentes de la Guardia Civil, 118 retenes especialistas, 12 Bricas con 112 miembros en total, 132 componentes de dotaciones de autobombas, once aviones de carga, 100 bomberos, 30 helicópteros y unos 330 vehículos de transporte y extinción.