Si hay un lugar donde la sexta ola de Covid-19 ha impactado con verdadera fuerza en las últimas semanas ha sido en la Atención Primaria. Mientras la presión asistencial ha venido descendiendo en los hospitales, el trabajo en los centros de salud se ha multiplicado. Sepultados por una carga asistencial y burocrática como nunca antes, los profesionales aseguran sentirse «exhaustos». Así lo ha contado a AZ Costa del Sol Auxi Martínez, médica de Atención Primaria en el centro de salud Estepona Oeste.
«En mi centro de salud y, en general, en todos los centros de la zona estamos saturados no, lo siguiente. Justo cuando empezábamos a hacer actividad normal de asitencia sanitaria, tanto atención de pacientes como visitas a domicilio, ha venido esta ola. Ahora mismo no damos abasto».
Según la doctora -que también es portavoz en Estepona del Sindicato Médico de Málaga-, los médicos de la Costa del Sol están atendiendo a una media de 50 o 60 pacientes diarios, tanto citas telefónicas como presenciales. «Hay llamadas cada seis minutos y visitas presenciales cada diez. En algunos centros las hay cada 8 minutos. Además, cada día recibimos una lista de cincuenta personas con Covid a las que también tenemos que hacer seguimiento. Estamos trabajando como bestias».
Esta situación ha obligado, según Martínez, a suspender algunos programas de salud o incluso posponer las revisiones de enfermos crónicos. La gestión Covid requiere tanto tiempo y trabajo que se ha impuesto a todo lo demás. Y no solo en la parte asistencial, también en la administrativa, como la gestión de los certificados Covid o de las bajas laborales. «Se están gestionando ahora mismo entre dos y tres mil bajas diarias en la provincia de Málaga».
Desde el inicio de la sexta ola, los sindicatos piden más personal para asumir esta carga de trabajo -también para cubrir las bajas de médicos y enfermeras afectados por Covid-, así como una descarga de toda la parte burocrática. Al mismo tiempo recuerdan el aumento de agresiones que se están produciendo en centros sanitarios de la costa hacia personal sanitario y no sanitario, como los celadores. «Todas las semanas hay una agresión y a eso hay que sumar todas las agresiones verbales que ni siquiera se denuncian. La gente está muy tensa. Son pocos casos en relación al volumen de pacientes, pero siempre hay quien se pone nervioso o agresivo y lo paga con nosotros», denuncia la doctora.