Tras el gran incendio forestal que ha asolado Sierra Bermeja y que ha calcinado unas 10.000 hectáreas, Ecologistas en Acción ha considerado «obligado y urgente protegerla con la figura de parque nacional y planificar su restauración, replanteando la gestión de sus montes para así reducir riesgos en el futuro».
Según un informe elaborado por miembros de Ecologistas en Acción, se ha constatado que la mayoría de los terrenos quemados son montes públicos municipales consorciados, y, por tanto, gestionados por la Junta de Andalucía.
«Montes que deberían tener una gestión modélica», han defendido. En este sentido la organización ecologista ha criticado que «no se han aplicado planes de prevención que redujeran el riesgo de expansión de los incendios forestales. Además, estos montes hace décadas que dejaron de aprovecharse económicamente para madera, resina y ganado».
Según la organización ecologista, «es hora de analizar la causa de los recurrentes incendios forestales en Sierra Bermeja y planificar su restauración forestal con un nuevo modelo que reduzca los riesgos de expansión de los incendios forestales».
Han propuesto que el Plan de Restauración Forestal de Sierra Bermeja debe elaborarse por un equipo multidisciplinar, con la participación de científicos, técnicos de la administración, ayuntamientos, y con un proceso de participación de la población local y agentes sociales interesados.
El informe también ha expuesto que casi todo lo quemado «es una inmensa masa de pino negral (Pinus pinaster), muy denso, sin prácticamente ninguna discontinuidad, lo que ha favorecido la expansión del fuego».
Las repoblaciones con pino insigne (Pinus radiata) también han sido grandes aliados del fuego, han precisado, añadiendo que desde 1950 «han tenido lugar en esta sierra 29 grandes incendios, más de dos por década». No obstante, los ecologistas han indicado que han quedado numerosas islas sin quemar dentro del perímetro del incendio, que servirán de «reservorio de biodiversidad y núcleos dispersores para la regeneración del bosque».
«También es importante la existencia de bosquetes de alcornoques, que han ralentizado el incendio, y que una vez más, las zonas adehesadas, los pastizales pastoreados, los enclaves cultivados y los bosquetes de castaños han funcionado como áreas cortafuegos» han precisado.
Así, Ecologistas en Acción ve «necesario abrir un debate sobre el plan a adoptar para que no se vuelva a reproducir una masa continua de pinar, sino generar un mosaico forestal, más biodiverso, con enclaves de alcornoques, quejigos y castaños, y con zonas adehesadas y de pastizales para así reducir el riesgo de incendios».