En un lunes muy soleado los alumnos del IES Las Lagunas comenzaron a ocupar gran parte del patio creando un circulo multitudinario alrededor de diferentes elementos que más tarde se usarían en la exhibición. José Carrasco, que pertenece a TAP Málaga -empresa que se dedica a realizar terapias asistidas con perros- y que es encargado del taller de concienciación y sensibilización sobre la tenencia responsable de mascotas salía al centro del círculo con dos de sus ratas trepando por sus brazos. Ante tal imagen los alumnos comenzaron a chillar pero al cabo del tiempo se familiarizaron con estos animales e incluso algunos se atrevieron a cogerlos.
A través de este taller que imparten por varios centros educativos de la Costa del Sol buscan enseñarle a los niños y niñas a convivir con los animales de la forma más correcta para que así luego puedan trasladarlo también a su convivencia con los seres humanos.
Mientras que Adrián Navarro, director de Lopecan -empresa malagueña de adiestramiento canino de referencia en Andalucía-, explicaba los conocimientos básicos para cuidar a una mascota, siete de los ocho perros que serían los protagonistas del día salían junto a varios voluntarios para demostrar al público sus mejores trucos. En ese momento los alumnos ponían todos sus sentidos en la exhibición e incluso algunos de ellos pudieron salir a aprender -de primera mano- las pautas para poder llevar a cabo esos mismos trucos con sus mascotas.
Llegó el turno de las grandes exhibiciones. Los ocho perros tuvieron la posibilidad de mostrar cuáles son sus labores con los seres humanos. Entre ellos había: una perra rescatista, que se encarga de buscar a personas desaparecidas en el campo y que está educada para que ladre en el momento en el que encuentre al desaparecido; un perro de asistencia para personas con movilidad reducida, el cual se robó el espectáculo en el momento en el que -poniéndose a dos patas- empujaba una silla de ruedas; o una perra policía, que sabe claramente cuál es su función cuando le ponen su chaleco y que demostró sus grandes dotes como defensora cuando José -con una máscara, un palo y una manga para mordeduras- quiso acercarse a ella de forma violenta.
Sin duda la actividad que contó con más voluntarios fue la última, donde los jóvenes -con una pelota en la mano como premio- tuvieron que darle las directrices a una perra para que completase de forma correcta un circuito de agility.
Con el sonido de la campana -que avisaba de la hora del recreo- se puso fin a una exhibición donde los perros fueron los grandes protagonistas de la mañana y con la que -tanto José como Adrián- buscan inculcar a los más pequeños nociones sobre el bienestar animal y la concienciación sobre el cuidado de las mascotas.
“Enseñamos que al igual que no hay que pegarle ni chillarle a un animal, tampoco hay que hacerlo a ninguna persona”, señaló Adrián Navarro.
Adrián sigue como un mantra la frase <<dime cómo tratas a tu perro y te diremos que clase de persona eres>> y a raíz de ella busca educar a niños de edades tempranas en base a un buen comportamiento con los animales, ya que “creo que estamos participando a que indirectamente sepan tratar mejor a las personas”.
En las exhibiciones que realizan, los perros son los principales protagonistas. Estos son animales domésticos que viven tanto con Adrián como con José, quien confesó entre risas que “viven mejor que nosotros”.
Cada uno de ellos desempeña una habilidad que facilita la vida a los seres humanos. En el caso de Lulu, una perrita rescatista, se encarga de buscar a personas desaparecidas ayudando así a salvar vidas.
La finalidad con la que los animales exhiben sus labores es porque “no es lo mismo que tu expliques que al perro hay que darle valor a que lo veas. Cuando ven que hay perros que ayudan es una manera bonita de empatizar con ellos, que ellos intenten ponerse en su lugar y los traten bien”, explicó José
La concienciación sobre el abandono, la importancia de los perros en nuestras vidas, cómo ayudan a la personas o cómo saber valorar la vida de estos animales son los principales objetivos de este programa. Entre ellos también cabe destacar el valor a la adopción, como resaltó Adrián, “adoptar no es solo sacar a un perro de la perrera, también es cambiar mi vida para generar una rutina en la que el perro cubra sus necesidades. Que los niños desde pequeños puedan ir aprendiendo este tipo de cosas e ir generando formas de convivir con la sociedad a través de los perros, para nosotros es la labor principal”.
Cabe destacar que el IES Las Lagunas de Mijas tuvo el placer de disfrutar de este programa, que además se caracterizaba por tener un fin solidario. José -que también es voluntario y portavoz del Refugio del Nido- lanzó la iniciativa de recaudar fondos en este centro educativo con el fin de ayudar a las aves de dicho refugio. “Había denuncias por un Síndrome de Noé con Síndrome de Diogenes. Cuando intervenimos nos encontramos con 412 aves en condiciones lamentables. Las metimos en el refugio, pero no estaba preparado para acoger tantas aves ya que tampoco tenemos recursos económicos. Esta vez hemos decidido colaborar con este refugio y en este caso la donación ha sido de dos euros. Creo que también es una forma de concienciar a los niños de ayudar a quienes lo necesitan”.