Joan Hunt inició el camino allá por 1992 junto a amigos y un grupo de profesionales de la salud, tras la muerte de su marido Fred por cáncer en la Costa del Sol. De ahí nació una idea pionera en España: Fundación Cudeca. Su objetivo, como dice uno de sus eslóganes, es ofrecer a los pacientes en sus últimos momentos de vida «Una forma especial de cuidar». Este 2025 es muy especial para la organización, y desde AZ Costa del Sol nos hemos querido adentrar en su casa de Benalmádena, la única unidad de ingresos de España, que cumple 20 años.
Una de las protagonistas que nos acompaña es Mayca Campos, una de las voces más autorizadas para hablar sobre lo que significa Cudeca. Embajadora de la Fundación fuera de Málaga y familiar de dos personas que han pasado por sus grandes profesionales, nos cuenta cómo vivió los duros momentos con la enfermedad de su hermana: «Recuerdo que me decía ‘cuida de estos ángeles, como ellos han cuidado de mí».
«Aquí no solo cuidan al paciente con ese amor, también cuidan a la familia, que estamos pendientes. Cuando me dijeron que fuera embajadora, fue un orgullo. Es una labor altruista y esperé a jubilarme para venirme a Benalmádena y poder hacerlo frecuentemente», explica Mayca, que subraya que «la labor de Cudeca es muy extensa y es en el final de la vida, con muchos cariños y cuidados para que la persona se vaya ‘feliz’ dentro de lo que cabe».
«Vivimos una época en la que el cuidado se nos está olvidando»
Rafael Gómez es médico y responsable asistencial de Fundación Cudeca. Más allá de la profesionalidad de los integrantes de esta organización, lo que Rafael más destaca es el grupo: «Los médicos no son especialmente distintos al resto de médicos, pero la forma en que se construye el equipo sí es diferente. Cualquier cosa que parezca insignificante, aquí es lo que te hace estar a gusto y como en casa. Se intenta que el conjunto esté coordinado, y eso al final se nota y lo que más destaca de por qué es distinto Cudeca».
Señala, además, que «vivimos una época en la que el cuidado se nos está olvidando». «Hay veces que no hay solución. Tenemos que tener en cuenta que curar es una parte importante de la enfermedad y el concepto de la sanación, que hace referencia a algo más global. En cuidados paliativos hablamos de dolor total, que viene a decirnos que lo que nos hace pasarlo mal no es solo nuestro cuerpo, sino nuestra mente, la familia, las relaciones… Nuestra espiritualidad. Más allá de este cuerpo, hay cosas que te afectan. Y ahí queremos estar nosotros, porque todo lo que te afecta puede influir», incide Rafael.
Cudeca se divide en varios programas para atender al paciente en lo que necesite: «Donde más pacientes vemos es en sus casas. Allí van médicos y enfermeras. Ese el programa a domicilio. Tenemos el programa de ingresos cuando en casa no se puede hacer. El programa psicosocial es transversal, en el que el psicólogo y el trabajador social ofrecen apoyo donde haga falta. La unidad de día, que es un centro ambulatorio al que las personas vienen por la mañana y luego se van a casa. Lo último que hemos hecho a nivel asistencial es incorporar un programa pediátrico, que atiende en casa al niño o aquí cuando ingresan en el centro. La idea es que todo confluya en un único objetivo: aportar vida a esos días que quedan, con que sea uno ya nos importa».
Las instituciones y una propuesta especial para el Premio Princesa de Asturias
Fundación Cudeca se nutre de la solidaridad de la gente. El subgerente y director financiero, Rafael Olalla, nos habla de los socios, el pilar más fuerte de la economía de la organización: «Para nosotros son muy importantes, ahora mismo tenemos unos 2.400 socios». También destaca las 27 tiendas benéficas de Málaga, con sus respectivos voluntarios que hacen una labor «magnífica». «Nos ayudan mucho las instituciones públicas, que cubren alrededor del 20% de nuestra financiación. Por ejemplo, tenemos un contrato muy importante con el Servicio Andaluz de Salud, que es fundamental», afirma.
«Aparte de los donativos, que si cada malagueño donara diez euros al mes, tendríamos Cudeca para siempre», zanja Mayca. Para colaborar, hay un formulario en la web o se puede llamar directamente al 952 56 49 10 para obtener más información. «Todo el que pasa por aquí al final se hace socio. Hay que mantener Cudeca para cuando llegue el momento en que lo necesitemos, o para nuestros amigos o familiares», dice la embajadora de Cudeca.
Hace poco conocimos que el Ayuntamiento de Benalmádena propondrá que la Fundación Cudeca sea incluida en la candidatura al Premio Princesa de Asturias de la Concordia de 2025. «Es muy difícil, sabemos que hay muchas organizaciones que hacen una labor extraordinaria, pero estamos orgullosísimos y agradecidos porque hayan pensado en nosotros», concluye Rafael Olalla.