En 1940, José Piña y su esposa, Manuela Corrales, fundaron en Algatocín, en la Serranía de Ronda, una pequeña y humilde tahona de pan que hoy -ochenta años después- es conocida internacionalmente y sus productos codiciados por las mayores fortunas del planeta. La razón del éxito de La Panadería Pan Piña se debe a un producto único y de lo más exclusivo: su pan hecho con oro. El pan más caro del mundo -se vende a unos 3.700 euros el kilo-, que ahora pasará a producirse también en Casares.
La empresa panadera, con sede original en Algatocín, construirá en suelo casareño unas nuevas instalaciones con una inversión total de 6 millones de euros y una superficie de casi 4.000 metros cuadrados, donde se incluye un almacén con una capacidad para 1.000 palets.
La idea es trasladar aquí la mayor parte de su producción -que aparte del pan con oro, incluye más de 70 variedades de panes- y dejar en Algatocín la producción de solo cuatro tipos de ellos.
Actualmente, la sede de Panadería Pan Piña tiene una facturación de 1,5 millón de euros anuales y distribuye sus productos por toda la geografía española, además de realizar envíos al extranjero.
Su pan con oro hace las delicias de jeques árabes y millonarios rusos y es que, aunque el oro -o la plata, que también utilizan- no aportan ningún sabor al pan, sí que aportan la exclusividad que demandan algunos de sus clientes dispuestos a pagar unos 1.480 euros por una hogaza de 400 gramos.
El proyecto de ampliación de la Panadería Pan Piña contempla, junto a la nueva nave de Casares, la creación de una cadena de cafeterías, pastelerías y bombonerías por toda la Costa del Sol. La primera de ellas, según ha comentado el gerente de la empresa, Juan Manuel Moreno, aterrizará en Estepona.