El Partido Animalista PACMA advierte sobre la cantidad de accidentes relacionados con equinos en ferias y romerías durante los últimos años solo en la comunidad autónoma de Andalucía. Los acontecimientos son recientes, como la sonada muerte de un caballo en plena feria de Sevilla a principios de mayo, el grave atropello de un coche de caballos a un grupo de seis personas el pasado día 22 de mayo en Dos Hermanas, y una aparatosa caída de otro equino enganchado al sistema de anclaje de su calesa en Córdoba.
Los accidentes se suceden cada año sin que se ponga sobre la mesa desde el punto de vista político la inexistente necesidad de utilizar equinos en ferias y ceremonias. PACMA reclama que la futura nueva Ley de Bienestar Animal estatal, que se encuentra en tramitación, debe impedir la participación de estos animales en este tipo de celebraciones, debido a los niveles de estrés y malestar que pueden experimentar en entornos ruidosos y concurridos: «una Ley de Bienestar Animal debe garantizar precisamente lo que predica, y el uso de los animales en ferias y romerías implica necesariamente su salida de la zona de confort, por lo que resulta urgente que se determine ya la prohibición de su uso para evitar más muertes y accidentes«, declara la vicepresidenta de PACMA, abogada y candidata a la Junta de Andalucía, Cristina García.
La Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y el Maltrato Animal (AVATMA) habla en uno de sus informes sobre las consecuencias físicas y emocionales de los équidos utilizados en estos eventos explicando que «una feria, con un nivel de ruido muy elevado (permitiéndose hasta 90 decibelios), repleta de objetos, luces y personas en movimiento, puede conllevar un elevado grado de estrés crónico a los animales (principalmente en aquellos que no han sido correctamente socializados) debido a la imposibilidad de huir de esa situación».
Pero los accidentes nunca son hechos aislados para los caballos. El pasado 18 de mayo, un vehículo impactó contra un carruaje haciendo caer al cochero y dejando al animal sin control a lo largo de la Ribera de Córdoba, provocando el caos hasta su detenimiento por parte de la Policía Local en Córdoba. En la Feria de Sevilla de este año, además del caballo fallecido, se registraron otros incidentes debido a las altas temperaturas y el precario acceso al agua.
En abril, un tractorista perdió el control de la máquina matando a un caballo y dejando tres heridos que volvían de la Romería de San Isidro de Los Barrios, en Cádiz. En 2018 murieron nueve caballos y un buey durante la Feria de El Rocío, sumándose así a los más de 130 fallecimientos registrados en la última década. La mayoría de los decesos se deben a fallos cardíacos debidos al esfuerzo, cólicos y accidentes.
PACMA reclama en este sentido que se proteja a los animales y alude a la nula necesidad de hacer uso de ellos para estas actividades: «los animales no son vehículos ni atracciones, hay suficientes alternativas para divertirse y trasladarse sin explotarlos; si esto se sigue permitiendo es porque, a pesar de las aplastantes estadísticas, nadie se ha preocupado por el suplicio que esto conlleva para los equinos», sostiene la formación política animalista.
«Esperamos que la Ley marco tenga en cuenta lo que está ocurriendo y mire, por primera vez, por la salud física y mental de los animales y no por los intereses económicos de quienes viven de ellos», concluye PACMA.