De media, se estima que los menores reciben tres veces más cantidad de radiación solar que un adulto. Por esta razón, el ‘Proyecto Soludable’ -impulsado por la Consejería de Salud- ha elaborado una guía que recoge las recomendaciones y medidas específicas a tener en cuenta a la hora de exponerse al sol.
La mejor manera de mantener en buen estado la piel de los más pequeños es reducir el tiempo de exposición solar, en el caso de los bebés no deben estar al sol directamente antes de los seis meses y se recomienda limitar su exposición durante los tres primeros años de vida.
A partir de esa edad deben tenerse en cuenta una serie de recomendaciones: mantener una hidratación constante, bien con agua o con zumos de fruta por su alto contenido en agua y antioxidantes; aplicar cremas protectoras adecuadas con un factor de protección por encima de 30, un amplio espectro UVA/UVB y que sean resistentes al agua, sudor y rozamiento; vestirlos de forma adecuada con gorros de ala ancha, tejidos transpirables y frescos y gafas de sol pediátricas y homologadas. Además, también se debe evitar que estén expuestos al sol entre las 12:00 y las 16:00 horas, cuando la irradiación ultravioleta alcanza sus valores máximos.
Además de ampliar esta información en la página web y los perfiles de redes sociales, en algunas playas de la costa ya se pueden consultar los “solmáforos”, como es el caso de Fuengirola, dispositivos que informan a los bañistas sobre el nivel de irradiación solar y qué medidas fotoprotectoras deben tener en cuenta.