A pocos días del inicio de la Semana Santa 2025, Málaga y la Costa del Sol se preparan para recibir a miles de cofrades, fieles y visitantes en una de las celebraciones más esperadas del año. Sin embargo, la previsión meteorológica apunta a un arranque complicado. La inestabilidad atmosférica volverá a ser protagonista, y todo parece indicar que, al igual que ocurrió en 2024, el cielo podría condicionar de nuevo las salidas procesionales.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) prevé la entrada de la borrasca Olivier a partir de hoy jueves 10 de abril, como resultado del descuelgue de una baja fría aislada situada al suroeste de la península. Este fenómeno generará una atmósfera muy variable que se mantendrá, al menos, hasta el inicio de la Semana Santa. A partir del sábado 12, el riesgo de lluvias se eleva de forma significativa, con probabilidades que alcanzan el 95 % en algunos momentos del día.
El Domingo de Ramos, día clave para el arranque oficial de las procesiones, se presenta con altísima probabilidad de precipitaciones, especialmente en las horas centrales. Según el último parte meteorológico, los cielos podrían amanecer cubiertos, con los primeros chubascos previstos a partir de las 06:00 horas. La franja más delicada se sitúa entre las 12:00 y las 18:00, donde el porcentaje de probabilidad se mantiene en el 90 %, para luego descender progresivamente: al 10 % tras las 18:00 y al 5 % a partir de la medianoche. Aunque las lluvias no se prevén torrenciales, sí podrían alterar los horarios e itinerarios de las hermandades.
El Lunes Santo, el riesgo de precipitaciones desciende ligeramente hasta el 75 %, y el Martes Santo, hasta el 65 %, según los últimos modelos. No obstante, la AEMET advierte que estos porcentajes pueden variar en los próximos días, ya que la presencia de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) introduce un alto grado de incertidumbre en las previsiones. A diferencia de una borrasca convencional, este tipo de fenómeno atmosférico puede permanecer estático o incluso desplazarse en dirección contraria a lo habitual, lo que complica cualquier pronóstico.
Además de la lluvia, otro de los factores a tener en cuenta es el descenso de temperaturas. Tras un inicio de abril especialmente cálido en el sur peninsular, con máximas por encima de los 23 grados, se espera un enfriamiento progresivo. En Málaga, las temperaturas oscilarán entre los 16 grados de mínima y los 24 de máxima, aunque en zonas del interior como Antequera podrían registrarse bajadas más notables. La mayor humedad ambiental también podría aumentar la sensación de frescor, especialmente durante la noche y la madrugada, momentos en los que muchas cofradías realizan sus recorridos.
Con este escenario, se repite la tónica del año pasado, cuando la lluvia impidió salir a numerosas hermandades durante la Semana Santa de 2024. Aun así, el comportamiento del tiempo en primavera es especialmente cambiante, y no se descarta que la situación pueda mejorar a medida que avance la semana. De hecho, las previsiones para el Miércoles y Jueves Santo son más optimistas, con una mayor estabilidad asociada a la entrada de una cuña anticiclónica desde el sur. De confirmarse, estos días podrían desarrollarse con normalidad.