La Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad destina 2 millones de euros de fondos europeos a la licitación de un expediente para el suministro e instalación de equipamiento y mobiliario de 13 centros residenciales de personas mayores de titularidad de la Junta de Andalucía.
En el caso de la provincia de Málaga se destinarán 275.000 euros al equipamiento y mobiliario de los centros residenciales de El Palo, en la capital malagueña, y al de Estepona.
El objetivo es la adaptación ambiental de estos centros para que vayan en consonancia con el modelo centrado en la persona y en los cuidados de larga duración que defiende la propia consejería. El plazo de presentación de solicitudes concluye el próximo 20 de enero.
En concreto, está licitación tiene siete lotes para 13 centros repartidos por las ocho provincias andaluzas y busca mejorar el diseño y acondicionamiento de espacios exteriores; del mobiliario, equipos audiovisuales, así como equipos para ejercicio físico en interiores y exteriores. Además, el suministro contempla equipos de cocina y otros especializados como grúas geriátricas, bañeras, grifos gerontológicos o asientos de WC, etc.
El entorno es un elemento clave para el bienestar de una persona puesto que tiene un importante impacto en el respeto a su dignidad, la promoción de su autonomía, su independencia, la protección de su intimidad, su salud y su seguridad. De ahí, la necesidad de las mejoras en estos centros para hacerlos accesibles o reducir riesgos para la participación y la movilidad, por ejemplo.
A este respecto, la directora general de Personas Mayores, Participación Activa y Soledad No Deseada, Rocío Barragán, ha remarcado que el Gobierno andaluz apuesta por centros que “sean hogares, donde las personas residentes se sientan como en casa”. Los centros residenciales de la Junta cuentan con todas las garantías y avales para el cuidado de sus usuarios pero, dentro del afán de mejora permanente, se ha sacado a licitación este contrato que busca “humanizarlos aún más”.
En una sociedad, donde cada vez se hace más patente el envejecimiento de la población, es fundamental tener “centros que sean espacios familiares”. La historia de vida de las personas debe reflejarse en el entorno y por tanto, deben personalizarse y acomodarse todo lo posible.