Según el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas, se generan cerca de 50 millones de toneladas de desechos electrónicos al año. Y la mayoría no pasan por el sistema de reciclaje óptimo para el medio ambiente, lo que puede llegar a afectar a la salud de los humanos. No obstante, gracias a la invención de un ex empresario de hardware tecnológico, esta situación se podría mejorar con el uso de un robot que desmonta desechos electrónicos para poder reutilizarse.
Su startup Molg fabrica y programa robots de precisión para desmontar delicadamente los desechos electrónicos y separar los componentes que aún se pueden utilizar para reutilizarlos, no para reciclarlos. Acaba de conseguir una ronda de financiación inicial de Amazon y otros, quiere que la industria electrónica sea circular.
Este descubrimiento no solo está ayudando a las instalaciones de reciclaje a desmontar los dispositivos electrónicos que antes se desecharían, sino que también está trabajando con empresas como Dell para diseñar nuevos dispositivos que sean más fáciles de deshacer para sus robots.
Los pequeños sistemas, de 3 metros por 90 centímetros por 3 metros de alto, están diseñados para caber dentro de las instalaciones de procesamiento de desechos electrónicos existentes. Pueden desmontar algunos dispositivos en tan solo cinco minutos. En este momento, las máquinas son excelentes para desmontar servidores viejos para recuperar componentes y fabricar nuevas unidades para centros de datos.