Si hay un animal repleto de curiosas singularidades es el perezoso. De este mamífero que habita exclusivamente en América Central y Sudamérica, se conocen seis especies diferentes, dos de ellas en un alto grado de amenaza. Una de ellas, el perezoso de dos dedos (Choloepus hoffmanni) ya forma parte de la familia de Bioparc Fuengirola (Málaga).
El parque de animales malagueño, con su nueva ampliación y a la recreación de las selvas tropicales sudamericanas, ha podido iniciarse en la conservación de esta especie y formar parte del EEP de la EAZA que lo protege.
Los primeros ejemplares de perezoso de dos dedos que ha recibido son Reina y Flo, una pareja que, desde hace semanas, ya recorre libremente el aviario de Bioparc Fuengirola, han indicado desde el espacio en un comunicado.
Un espacio de 1.100 metros cuadrados y 14 metros de alto donde conviven con pequeños primates y aves como titís, tucanetas, zopilotes, etc. Con motivo del Día Mundial del Perezoso, el parque presenta a estos dos ejemplares de perezoso y hace un llamamiento para tomar conciencia sobre su protección.
Los perezosos de dos dedos, habitantes de las densas selvas tropicales de Sudamérica, han despertado la curiosidad de científicos y amantes de la naturaleza durante décadas.
A menudo rodeados de mitos, estos animales de movimientos lentos son mucho más que criaturas singulares en su apariencia y comportamiento; son una especie amenazada que enfrenta retos para su conservación.
Han recordado que uno de los mitos más extendidos sobre los perezosos es que su lentitud responde a la pereza o inactividad, cuando en realidad es una adaptación a su entorno. Su bajo metabolismo les permite conservar energía, necesaria para su supervivencia en las copas de los árboles, donde su dieta se compone principalmente de hojas, flores y frutas.
Este metabolismo hace que más del sesenta por ciento de su día a día deba dedicarlo a dormir. Esta lentitud no solo los ayuda a camuflarse y pasar desapercibidos ante depredadores como jaguares o águilas arpías, sino que también les otorga una larga vida, que puede extenderse hasta los cincuenta años. El perezoso de dos dedos está considerado por la Lista Roja de la UICN una especie ‘vulnerable’, principalmente debido a la pérdida de su hábitat natural.
La deforestación masiva en las selvas de Sudamérica, junto con el tráfico ilegal de fauna y el cambio climático, ha reducido de manera significativa las áreas donde pueden vivir.
Algunas subpoblaciones, especialmente las de Colombia, América Central, Bolivia y Brasil están en declive debido a la grave degradación y fragmentación del hábitat. Su desaparición en Honduras y Bolivia está relacionada con la ganadería extensiva y los incendios. En Brasil, los pocos registros conocidos de presencia de Choloepus hoffmanni provienen de zonas ahora deforestadas de la Amazonia.
La biodiversidad de Centro y Sudamérica Con la apertura de los ecosistemas americanos, Bioparc Fuengirola se suma a la participación en nuevos Programas de Especies en Peligro coordinados por la EAZA como, por ejemplo, los titíes dorados y de Goeldi, el saki de cara blanca, el perezoso, la nutria gigante, el conuro de garganta azul, el pavón muitú, la tucaneta verde, la paloma perdiz jamaicana o el tití emperador.
Estos se incorporan a otros EEP en los que ya colabora como son el tigre de Sumatra, gorila de llanura occidental, el tapir malayo, el dragón de Komodo o el hipopótamo pigmeo. Todos estos animales habitan en la recreación de las selvas tropicales de la isla de Madagascar, África ecuatorial, Sudeste asiático, Indo Pacífico, y ahora, Centro y Suamérica.