Un equipo de investigadores que forman parte del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y Plataforma en Nanomedicina (Ibima Plataforma Bionand), la Universidad de Málaga (UMA) y el Hospital Regional Universitario de Málaga ha realizado una revisión sistemática sobre el valor terapéutico de biomarcadores inflamatorios y neurotróficos en el trastorno bipolar.
Este estudio, publicado en la revista científica ‘Progress in Neuropsychopharmacology & Biological Psychiatry’, busca identificar nuevos biomarcadores útiles sobre el papel de los factores inmunológicos en el tratamiento y pronóstico del trastorno bipolar, una enfermedad que afecta entre el dos y el tres por ciento de la población mundial.
El trastorno bipolar es una enfermedad mental que provoca cambios bruscos marcados en el estado de ánimo de la persona, que llegan, en ocasiones, a interferir de manera directa en la vida diaria de los pacientes alternándose fases de depresión con manía o hipomanía.
En este sentido, los pacientes atraviesan periodos en los que se sienten con poca energía, tristeza o pensamientos negativos que le impiden concentrarse con otros episodios con ánimo exageradamente elevado, sensación de euforia, exceso de energía o irritabilidad, han indicado en un comunicado.
Actualmente el trastorno bipolar no tiene cura, pero sí puede controlarse con una combinación de medicamentos con terapia psicológica, siendo la detección y tratamiento temprano claves para la mejora en la calidad de vida de estos pacientes.
El estudio revisó 40 investigaciones que incluyeron a 3.371 pacientes con diagnóstico de trastorno bipolar, abarcando intervenciones farmacológicas que van desde estabilizadores del ánimo, antipsicóticos y antidepresivos.
Los resultados mostraron que algunos biomarcadores dependientes del sistema inmunológico son útiles para el seguimiento de esta enfermedad. Concretamente, los niveles de citocinas inflamatorias, como el TNF-a y la IL-6, juegan un papel importante en la respuesta al tratamiento, aunque los efectos de las diferentes terapias son variables.
La investigadora perteneciente al grupo ‘Neuropsicofarmacología’ de Ibima Plataforma Bionand y a la Unidad Clínica de Salud Mental del Hospital Regional Universitario de Málaga, Paloma Ruiz, ha destacado que este estudio «refuerza la idea de que la inflamación tiene un papel fundamental en el trastorno bipolar», aunque ha recordado que «queda mucho por descubrir, aunque hablamos de biomarcadores que podrían ayudarnos a personalizar los tratamientos en el futuro, mejorando así la calidad de vida de los pacientes».
Por su parte, el co-investigador de este grupo de investigación del Instituto, Juan Suárez, también autor de esta revisión, ha subrayado «el potencial terapéutico» de estos hallazgos, ya que según «al identificar estos biomarcadores, avanzamos hacia una medicina más precisa y eficaz, lo que podría transformar el manejo clínico de los pacientes con trastorno bipolar, reduciendo la variabilidad en las respuestas a los tratamientos convencionales».
Por último, el investigador responsable del grupo ‘Neuropsicofarmacología’ del Instituto, adscrito a la Unidad Clínica de Neurociencias del Hospital Regional Universitario de Málaga, Fernando Rodríguez de Fonseca, ha puntualizado que «aunque se ha tratado de una revisión muy importante con un alto número de pacientes y de diversos estudios implicados, está en nuestra hoja de ruta continuar explorando las posibilidades de estos biomarcadores en el futuro más inmediato».