Con motivo de la próxima celebración del Día Mundial de Salud Mental, en el Ayuntamiento de Mijas hoy se ha leído una moción en la que se aboga por poner en marcha todas las medidas necesarias para fomentar la salud mental, especialmente en el entorno laboral. El acto ha contado con la asistencia de miembros de la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de la Costa del Sol (AFESOL), quienes también han leído un manifiesto al respecto.
Hay que recordar que el lema elegido para conmemorar esta fecha es ‘Trabajo y salud mental, un vínculo fundamental’. Así se decidió por parte de la Confederación Salud Mental España, tras una votación popular de las asociaciones que la componen, motivando así la participación de todas las entidades y personas vinculadas al movimiento asociativo.
En el texto, que fue aprobado en el transcurso del último pleno, se indica que en España se han batido récords de bajas laborales relacionadas con problemas de salud mental y de comportamiento; casi 600.000 en 2023, según las últimas cifras del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Esto supone un 15,8% más que el año anterior (516.028) y la cifra se ha duplicado en siete años. Por su parte en Andalucía también se alcanzó un récord preocupante: 7.008 personas solicitaron bajas. Esta cifra representa un aumento de 1.033 personas en comparación con el año anterior y casi triplica, al igual que en la media española, la cifra de hace siete años (en 2016 las bajas fueron de 2.431 personas). Las bajas de las personas jóvenes han aumentado un 90% desde la pandemia.
El estigma y los prejuicios están todavía muy enraizados en el ámbito laboral. De hecho, el 37,9% de las personas con diagnóstico ha experimentado discriminación en el trabajo y solo el 12,9% comparte con compañeros y compañeras de trabajo su problema de salud mental, por miedo a ser etiquetado. Este estigma, que genera aún más sufrimiento a la persona, se puede traducir en falta de confianza, falta de comprensión de la situación, discriminación o paternalismo, lo cual dificulta la recuperación, según se recoge en el texto aprobado.
Para que el ámbito laboral sea verdaderamente inclusivo y respetuoso con la diversidad, es imprescindible abordar y combatir el rechazo, la discriminación y el acoso que muchas veces enfrentan las personas con problemas de salud mental.
En la declaración se recoge la necesidad de crear “entornos laborales seguros, saludables e inclusivos”, el impulso de medidas contra la precariedad laboral y el control de riesgos laborales en las empresas, el fomento de todo tipo de recursos que faciliten la inserción laboral de las personas con problemas de salud mental y el compromiso de impulsar acciones, proyectos y estrategias que supongan un cambio en la forma de ver y atender la salud mental.
A su vez se ha mostrado el apoyo y reconocimiento hacia las personas con problema de salud mental y sus familias, especialmente con las más vulnerables.
Por su parte, Joaquín Sibajas, un usuario de AFESOL, ha sido el encargado de leer un manifiesto en el que también se resalta el vínculo entre la salud mental y el trabajo. De hecho, se ha puesto sobre la mesa el derecho a contar con un trabajo digno y a que “la jornada laboral sea una vivencia agradable, positiva, enriquecedora”.
“Siempre decimos que un proceso de recuperación culmina cuando la persona desempeña un rol social, siendo uno de los roles más satisfactorios la actividad profesional. Esto es así porque un empleo bien remunerado nos procura un proyecto de vida independiente, al tiempo que la responsabilidad determina la naturaleza de nuestra experiencia mental y nos ayuda a superar las limitaciones que, muchas veces, son solo auto percibidas”, ha indicado el usuario.