El año 2019 marcó un hito en la hostelería de la Costa del Sol. Un restaurante situado en el resort Puente Romano (Marbella) y bautizado con el nombre de su propio chef se convertía en el único de toda España y Portugal en conseguir ese año la máxima distinción otorgada por la Guía Michelin: la tercera Estrella.
El jurado supo ver en aquella propuesta “una cocina única, de esas que justifican el viaje”, sobre todo por “su manera única de reformular la gastronomía andaluza en clave contemporánea”.
Se referían con estas palabras a ‘Dani García Restaurante’, el célebre establecimiento cuyo cierre se anunciaría apenas tres semanas después de recibir el estrellado galardón. El cocinero marbellí decidió abandonar la alta gastronomía por una cocina más casual. Sin embargo el nombre de su ciudad quedaría ya desde entonces vinculado a la cocina de autor y su plantel de estrellas, lejos de disminuir, seguiría creciendo año tras año.
Muy pocas ciudades medias del tamaño de Marbella pueden presumir de hasta cinco Estrellas Michelin entre sus más de 600 restaurantes. Propuestas todas ellas capaces de justificar por sí mismas cualquier viaje. Su nivel gastronómico, su innovación, pero también su respeto a las raíces las han elevado a los altares de una de las guías culinarias más exigentes.
Hoy Marbella es la ciudad de Andalucía que aglutina más Estrellas Michelin por delante de Córdoba –con cuatro-, Jaén –también con cuatro- o el Puerto de Santa María –con tres-.
Cuatro exquisitos restaurantes se reparten esos brillantes reconocimientos, uno de ellos “biestrellado”. Motivo más que de sobra para animarse a conocer Marbella también a través del estómago. Porque como dice su alcaldesa, Ángeles Muñoz. La gastronomía es un pilar fundamental para Marbella “como destino turístico”. Tanto que, gracias a ella, la ciudad ha logrado erigirse este 2024 como Mejor Destino Europeo según la prestigiosa web de viajes European Best Destinations.
Desde una cocina más clásica a otra más moderna y creativa, desde platos de esencia mediterránea y andaluza a propuestas con alma oriental. Así son los restaurantes marbellís con estrella:
Back, una estrella en 2024
Ubicación: Pablo Casals, 8.
Comenzamos por la estrella más joven de la alta cocina marbellí. Galardonado en este mismo 2024, el restaurante Back es un local moderno tipo bistró que busca ofrecer alta cocina con un punto de creatividad y frescura. Cocina de ayer y de hoy con toques viajeros. Fusión de técnica, precisión y diversión.
Su chef, David Olivas, se anima a experimentar en la cocina pero usando siempre los mejores productos locales, pues la piedra angular del proyecto es trasladar los sabores de siempre a la actualidad. Su carta se divide entre los platos clásicos –los que siempre permanecen- y los platos que van cambiando según temporada. Destaca por ejemplo el atún de almadraba, la pechuga de pichón frito en costra de pan o el consomé de rabo de toro, mantequilla noisette y caviar.
Es igualmente reseñable su bodega –a cargo de Fabián Villar- con una selección distinta y fuera del circuito comercial de vinos del mundo, especializada sobre todo en referencias andaluzas.
Nintai, una estrella en 2021
Ubicación: Ramón Gómez de la Serna, 18.
En 2019 el famoso sumiller Marcos Granda volvió de Japón maravillado por su cultura y sus materias primas. Inspirado por esa pasión abrió un local moderno con grandes ventanales, áreas privadas y una barra de sushi para 12 personas. Así nació Nintai, un sofisticado proyecto de cocina japonesa que en 2021 obtuvo su primera Estrella Michelin.
Sus productos premium de temporada, combinaciones originales y maridajes con sake o champagne buscan evocar el inigualable sabor umami en una atmósfera de calma y silencio.
Además de las impredecibles creaciones de sushi, destacan otros platos de la gastronomía japonesa como el chawanmushi, los noodles de calamar o el sabroso bacalao negro en salsa de miso dulce, considerado un delicioso manjar en Japón.
Skina, dos estrellas en 2008 y 2019
Ubicación: Cánovas del Castillo, 9.
Liderado también por el saber hacer de Marcos Granda, Skina nació como un pequeño comedor de 78 metros cuadrados. Hoy se enmarca dentro de un cortijo de 1.800. Una evolución a lo largo de los años en los que el proyecto no solo ha aumentado su espacio, sino que ha ascendido al olimpo de los restaurantes “biestrellados” de la Guía Michelin.
La primera Estrella llegó en 2008 y convirtió a Skina en el restaurante más pequeño del mundo en conseguirla. Entonces su limitado espacio solo permitía atender a 14 comensales. Ya en 2019, vendría la segunda Estrella para refrendar la calidad y exclusividad de su propuesta.
Desde el mar hasta la montaña, Skina selecciona todas sus materias primas entre lo mejor de los productos de la provincia, con especial atención a los productos del mar y respetando siempre las temporadas de cada especie. En Skina celebran la tradición gastronómica del sur de España, recreándola con imaginación y personalidad propia.
Tartar de atún rojo con “ajoverde” de pistacho, gamba blanca malagueña con caldo Thai y tirabeques, anguila ahumada y su gazpachuelo de ajo negro o Pan Pedro gallego y “meunier” de ciruelas son solo algunas de sus exquisiteces.
Una experiencia gastronómica única que este mismo año se ha desplazado desde el pequeño local del caso urbano –su antigua ubicación en calle Aduar- a un amplio cortijo junto a la Milla de Oro. Un renovado Skina que ha crecido en todos los sentidos, ya que a parte del comedor cuenta con dos bodegas, un privado con terraza incluida y una zona chill out donde el comensal sigue siendo el gran protagonista.
Messina, una estrella en 2015
Ubicación: Av. Severo Ochoa, 12.
La elegancia y el buen gusto se dan cita en el Restaurante Messina, emplazado en una de las arterias principales de la ciudad.
Messina refleja el sueño del chef Mauricio Giovanini que fue más allá de sus raíces argentinas para desarrollar, junto a la sumiller y jefa de sala Pía Ninci, una particular visión de la cocina que bebe tanto de la gastronomía europea como de la latinoamericana.
Algunas de las delicias que pueden encontrarse en su menú degustación son sus emulsiones de frutos secos, sus quisquillas con mousse de queso azul y pieles cítricas, el gazpachuelo de calamar y sus huevas, el flan al vapor de setas y cigalas, la molleja de ternera o la picaña a la brasa.
Otra opción de altura: El Lago
Ubicación: Avenida Marco Polo.
El histórico restaurante El Lago –situado en la casa-club del Greenlife Golf- no cuenta hoy con Estrella Michelin pero la tuvo hasta este mismo año. En 2005 la famosa Guía puso el ojo en este lugar que, de hecho, se convirtió en el primero de la provincia en conseguir una Estrella.
Desde entonces El Lago se ha erigido como un referente de la gastronomía andaluza y, aunque ya no ostente esa merecida Estrella, hoy ocupa un lugar destacado por méritos propios tanto por su cocina –de raíz andaluza, producto de temporada y materias primas de Kilómetro 0-, como por su inmejorable ubicación en un remanso de paz con vistas a un lago.
Algunos de sus imprescindibles son el ceviche de lubina, canelones de aguacate rellenos de atún y manzana verde, bacalao confitado con pisto casero o la paletilla de chivo malagueño asada con romero y ajo.
Y además de estrellas…. soles
Cinco Estrellas Michelin son más que suficientes para despertar el interés y el apetito, aun así el universo culinario de Marbella tiene mucho más que ofrecer.
Junto a las estrellas, también hay soles. Los que otorga también cada año la popular Guía Repsol. Un sello que garantiza igualmente lugares donde la buena comida se complementa con un servicio impecable y una atención al detalle.
Marbella cuenta en ese sentido con nueve Soles Repsol. El último en sumarse a la lista ha sido el restaurante Areia, de Carlos García Mayoralas y Pablo Berzosa. En su carta no faltan el solomillo Rossini con salsa perigourdine ni otros iconos de la alta cocina clásica como el jarrete de ternera, la tarta Alaska o el steak tartar.
Su incorporación se unió a los restaurantes que ya formaban parte de la Guía Repsol, encabezados por el Lago, que no tiene Estrella, pero sí dos Soles.
Junto a ellas brillan con luz propia los restaurantes Kava, La Milla, Messina y Ta-Kumi, además de dos de los restaurantes que Dani García dirige –como no podía ser de otro modo- en su ciudad de nacimiento: Leña y Lobito de Mar.