Un grupo de ingenieros del MIT han descubierto una reacción química que podría permitir a los barcos o submarinos alimentarse con hidrógeno de cero emisiones. La fórmula se consigue tras la combinación de pellets de aluminio y el agua del mar por la que navegan. Tras varios ajustes inteligentes, lograron que el proceso generara una cantidad nada despreciable de gas hidrógeno, el que se usa como alternativa a los combustib les fósiles en maquinaria pesada como la de la construcción.
¿Cuál fue el secreto? Una pizca de posos de café logró que el proceso fuese sostenible, debido a que el aluminio venía de viejas latas de refresco. El hidrógeno se está probando en todo tipo de aplicaciones y investigadores valoran interesante como posible sustituto del diésel ya que no produce emisiones de carbono. Así, el único gas que emite es dióxido de hidrógeno, conocido como agua.
Aunque se trata de un gran avance medioambiental, existen aún problemas en relación a la seguridad de transportar grandes cantidades de gas hidrógeno a bordo de los vehículos debido a su volatilidad. Aly Kombargi, estudiante de doctorado en el Departamento de Ingeniería Mecánica del MIT, y sus colegas del proyecto imaginaron utilizar agua de mar como fuente de hidrógeno y pellets de aluminio como combustible a bordo.
«Esto es muy interesante para aplicaciones marítimas como barcos o vehículos submarinos porque no habría que llevar agua de mar, ya que está disponible», dice Kombargi, autor principal del artículo publicado con los resultados del experimento, según publicaba lacarabuenadelmundo.es.